Fue hace ya algunos años. Concretamente, cuando los vecinos de Illescas se quejaban de que se les quería instalar un basurero en su pueblo. Presidía la institución provincial precisamente José Manuel Tofiño, alcalde de Illescas, y algunos habitantes de dicha población de la comarca de la Sagra se manifestaban ciertos días en las puertas del Palacio Provincial para hacer ver su malestar. Una de aquellas jornadas se celebró un pleno y en éste hubo un debate en el que los portavoces de gobierno y oposición eran talaveranos: José Gutiérrez y Jaime Alberto Ramos. Algo que únicamente ha ocurrido en una legislatura de la historia de la Diputación y fue hace ocho años.
Al final, no se instaló el vertedero en Illescas; pero a mí se me quedaron grabadas unas palabras que me dijo Ramos al finalizar la sesión: “Como ves, aquí en la Diputación se debate de otra manera. Reina el consenso y la concordia y no se dan las situaciones que se producen en la sala de plenos de Talavera”. Por aquel entonces, Ramos era el portavoz de la oposición y seguían cristalizando aquello que Pepe Bodas denominó como “favores políticos entre partidos”. Gracias a esta práctica, algunos populares que luego han rayado alto salvaron la cabeza.
Pero con el triunfo del PP, la cosa cambió. Este partido consiguió que José Gutiérrez fuera juzgado y evitó que encabezara la candidatura socialista a la alcaldía de Talavera. Los tribunales le dieron la razón a Gutiérrez, pero ya era tarde. La denuncia de los populares acabó con el clima que hasta ahora se respiraba en la Diputación y, tras perder el gobierno, son ahora los otros grupos con representación en la cámara provincial los que piden explicaciones al PP.
Y lo hacen por lo acaecido con los pisos de la Diputación, que se han reformado y se han puesto de gala pese a las estrecheces económicas que reinan. PSOE, Ganemos y Ciudadanos quieren saber el por qué este tipo de lujos y… algo más. Por ello, piden explicaciones a Tizón y han configurado una comisión que no gusta al PP y, mucho menos, a su presidente provincial. Quizá por ello rehusó contestar en la última reunión de dicha mesa. Se desata la guerra y el tiempo de los favores políticos entre partidos pasó la historia. O eso es lo que parece por ahora.