Tras el éxito de convocatoria cosechado en ediciones anteriores, desde la mañana de este sábado hasta el martes 29 de diciembre, una Navidad más la plaza del Pan y calles aledañas ha quedado convertida en un Mercado Hebreo. Unidos a los elementos decorativos instalados para la ocasión, medio centenar de puestos y tenderetes ambientan este entorno como si fuera un gran zoco en el que, junto a los puestos representativos de oficios artesanos de la madera, la forja, jabones, la gastronomía o el textil también hay lugar para el teatro de calle y la música en vivo.
Igualmente, representaciones de guiñol y originales tiovivos y rudimentarias norias e, incluso, un tren hacen las delicias de los más pequeños, que también tienen a su disposición una zona acotada de juegos tradicionales en la que demostrar su habilidad e ingenio.
María Rodríguez, teniente de alcalde, junto a Lucía Pérez, concejal de Servicios Generales y Mantenimiento Urbano, fueron las encargadas de inaugurar el Mercado Hebreo, uno de los cinco mercados que jalonan la programación municipal de Navidad y Reyes.