2016 da inicio a una fase decisiva en la lucha por recuperar el Tajo. Los cimientos están echados, mucho trabajo realizado, básicamente por las plataformas ciudadanas a uno y otro lado de la frontera. Pero hasta ahora la maquinaria política del Estado cumple a rajatabla lo dictaminado allá a mediados de los años sesenta del siglo pasado por los tecnócratas franquistas. La publicación el pasado ocho de enero en el Boletín Oficial del Estado del nuevo Plan de cueca del Tajo (con validez hasta 2021), rubrica con marchamo de ley una política anacrónica, filibustera y depredadora, auspiciada por un Estado proxeneta de ríos, que se burla de la legislación nacional (cuando no la retuerce para acomodarse a sus intereses), y de la europea.
El próximo jueves 4 de febrero se pondrá una nueva piedra del edificio de la lucha por el Tajo. La firma de los alcaldes ribereños del Tajo, encabezada por las alcaldesas de Aranjuez y Toledo, y el alcalde de Talavera de la Reina, viene a poner un sello de unidad y compromiso con el que hasta el momento no habíamos contado. El recurso que van a interponer al nuevo Plan ante el Tribunal Supremo también por parte de las tres capitales del Tajo en territorio español, es otra pieza clave de ese trabajo. La visita de la delegación de eurodiputados el próximo día diez, que vendrá a comprobar in situ el estado del Tajo, demuestra el interés que en los órganos de gobierno europeos existe sobre el incumplimiento español en la implementación de la Directiva Marco del Agua, y las reiteradas trampas que España viene realizando, especialmente en la época del nefasto Cañete y su no menos inoperante sucesora, Tejerina, ambos más que salpicados por tramas corruptas en los órganos de gestión del agua.
Aquí en Castilla-La Mancha parece que el Gobierno, esta vez sí va de verdad. Recurrir también los planes (Guadiana, Júcar, Segura y Tajo) ante el Supremo es lo mínimo que se puede pedir. Queda por trabajar un compromiso firme en dos aspectos claves y que ahora no se contemplan, y que pueden ser lesivos o al menos contraproducentes, si es que esta vez vamos de verdad a revertir la situación y a que esta tierra pueda contemplar y hacer uso de sus ríos, no sólo a ver pasar canales a cielo abierto para crear riqueza en otras regiones. La primera es dotar de presupuesto y cuadros técnicos a la consejería de Fomento. 
La segunda coordinación entre las consejerías, especialmente Fomento y Agricultura, y colocar el Agua en un plano superior al actual. Lo dije hace unas semanas en la Mesa Sectorial del Agua. Y lo repito. Los presupuestos de la Junta ya están más que hilvanados, y una muestra de la voluntad de Emiliano García-Page sería dotar adecuadamente a Fomento.
El jueves en Talavera alcaldes de toda la cuenca, de España y Portugal firmarán el manifiesto por el Tajo. Será un momento, un día histórico, de verdad. Pero será sólo un hito en la lucha por devolver el Tajo a su cauce. Una lucha, un trabajo, en el que sólo la voluntad, el esfuerzo generoso, el olvido de los intereses cortoplacistas políticos, conseguirá revertir la situación. 2016 da la salida a una fase decisiva por recuperar el Tajo. Cada uno tenemos nuestro pedazo de responsabilidad. Los cimientos y los pilares de la lucha por el Tajo están fraguados. Vamos a rematar el trabajo.
