La carretera que une la antigua N-V con la presa de Cazalegas, la popularmente conocida como carretera de Los Alcores, permanecerá cortada al tráfico rodado durante aproximadamente un mes, tras el periodo festivo de Semana Santa. Así lo ha confirmado a ahoraclm fuentes de la Confederación Hidrográfica del Tajo, entidad que tiene competencia sobre la actuación al ser esta vía en sus orígenes un “camino de servicio para la explotación de la presa”.
En aras de “ganar seguridad y reducir el número de accidentes”, dada la estrechez de la calzada desde la última remodelación llevada a cabo hace unos diez años y que a duras penas permite el tránsito de dos vehículos cuando uno de ellos es un camión o un autobús, se añadirá medio metro de ancho en cada carril.
Los trabajos, que esperan estén terminados a primeros de mayo, comenzaron el pasado lunes y dado que de momento hay suficiente espacio para dar paso a los coches por un solo carril se ha optado por no cortar el tráfico, algo que ocurrirá el próximo 28 de marzo cuando se ha calculado que las obras lleguen a la zona más estrecha. La actuación se desarrollará precisamente desde el cruce del carreterín que conduce a la urbanización El Cigarral y al Club Social Los Alcores y hasta la misma presa de Cazalegas, unos 4,5 kilómetros.
Cabe recordar que el año pasado ya se ensanchó la calzada desde la presa hasta el campo de fútbol de la localidad por igual motivo, el de la seguridad, aunque en esta ocasión tan sólo se pudo ampliar la calzada en uno de sus lados, habilitando un arcén que permite una mayor holgura cuando se cruzan dos vehículos.
Por otra parte, no se descarta que se retome nuevamente la idea de poner, aparte de los pasos elevados ya existentes y que se mantendrán, un radar fijo para reducir la velocidad en una vía cuyo límite está cifrado en 60 km/hora y que “pocas veces se respeta”.