En la tarde de ayer domingo fueron incinerados los restos de tenor José Ferrero, una de las mejores voces españolas actuales y un músico de gran proyección internacional, tras haber hallado la Guardia Civil su cuerpo sin vida, la noche del pasado viernes, en su domicilio de la calle de la Trampa, ubicada en el casco histórico de la localidad albaceteña de Chinchilla de Montearagón.
Los agentes se personaron en la casa tras recibir el aviso de una de sus hermanas, alertada previamente por la compañera del tenor, Luisa Maesso, que había intentado repetidamente contactar con él por teléfono. El cuerpo sin vida fue hallado junto al piano, donde un infarto fulminante le habría sorprendido cuando trabajaba, tal y como apuntaban las primeras conclusiones de la autopsia realizada el sábado en el Instituto Anatómico Forense de Albacete.
El sorpresivo fallecimiento de José Ferrero ha provocado una profunda consternación en el ámbito cultural albaceteño y nacional.