“La fiesta más significativa, la más antigua, la más afamada, la más celebrada, la más emblemática y la más nacionalista por expresar como ninguna otra la unión inquebrantable, el vínculo de Talavera y su tierra”. Estas fueron algunas de las palabras utilizadas en la noche del viernes por el profesor e historiador Ángel Monterrubio a la hora de pregonar las Mondas, inmersas ya en su gran fin de semana.
La intervención de Monterrubio, que no desaprovechó la ocasión para reivindicar la necesidad de seguir mejorando y depurando una fiesta que hace 40 años estuvo al borde de la desaparición y ahora es de Interés Turístico Nacional, fueron el desencadenante de algunas de las estampas tradicionales de las Mondas tal y como se conocen hoy.
De esta forma, a los sones de la Banda de Música de Talavera los toros de fuego guiaron el camino desde el escenario de los Jardines del Prado hacia el Parque de La Alameda, donde un vistoso y muy aplaudido espectáculo piromusical fue la antesala del encendido de la gran hoguera.
Las llamas iluminaron y caldearon una noche en la que las asociaciones de vecinos de la ciudad fueron nuevamente protagonistas al repartir entre los presentes varios miles de raciones de migas y cientos de litros de vino y limonada en otra de las citas que ya se han convertido en imagen fija de una celebración en la que tampoco faltó el aderezo de la música y los bailes tradicionales de la mano de la III Muestra de Folclore Local y Comarcal.