
Trece representantes de otros tantos colectivos de mujeres han firmado un escrito contra la toma en consideración del Síndrome de Alineación Parental (SAP) en los litigios por la custodia de menores, a raíz del caso judicial de la talaverana Susana Guerrero.
En este escrito, remitido al Ministerio de Justicia, al Observatorio contra la Violencia de Género, a la Fiscalía contra la violencia sobre la mujer y a la Delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, las firmantes alertan de que los jueces siguen desatendiendo las recomendaciones del propio Consejo General del Poder Judicial, que ya en el año 2013 aconsejó no usar en las sentencias el Síndrome de Alienación Parental para resolver el conflicto sobre la custodia de un menor.
Como ejemplo al respecto, en el escrito se hace mención de la sentencia de la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Talavera, Ana Belén Gómez Dorado, que en su resolución de mayo de 2015 alegó expresamente al SAP para justificar la retirada a Susana Guerrero de la custodia de su hija de diez años y entregársela a su padre, condenado en firme por maltrato e investigado por un presunto delito de abuso sexual.

Las organizaciones feministas solicitan a los organismos oficiales que tomen medidas para comprobar si este tipo de resoluciones pudieran estar provocando un “daño sobre el interés y la seguridad de los menores” y, como consecuencia de ello, “pudiera deducirse alguna responsabilidad de los jueces y profesionales que están aplicando un síndrome que la comunidad científica no reconoce y además rechaza”.
El Síndrome de Alineación Parental es un término que fue acuñado por el profesor de psiquiatría Richard Gardner en 1985 para referirse a un conjunto de síntomas que se produce en los hijos, cuando un progenitor, mediante distintas estrategias, transforma la conciencia de los niños con objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor.