Leo con preocupación que el Ayuntamiento de Talavera autoriza que los caballos que participan en el desfile de las carrozas entren en el ferial para que sus dueños puedan presumir y lucir palmito, los faralaes y el traje campero mientras se toman las cañas el día de San Isidro. Me gustaría que alguien me contestara a la pregunta de si las personas que han tomado esta decisión lo han pensado bien y medido las posibles consecuencias de una medida como esa.
Parece ser que primero se les denegó el acceso, pero una asociación de caballistas había amenazado con no participar en el desfile y sí que van a entrar. Me temo que ahora tendremos que ser los demás quienes no vayamos al ferial.
Que conste que no estoy en contra de los animales y creo que los caballos están entre los más hermosos, pero también soy de los que piensa, y conozco a mucha más gente que también opina como yo, que es un riesgo innecesario.
Al ferial vamos muchas familias, personas de todas las edades, pequeños y mayores. Uno o dos caballos no suponen nada, pero si se concentran decenas o incluso cientos se convierten en un peligro. Pensemos en un simple pisotón a un niño que se acerca a curiosear y si nos ponemos en lo peor en una estampida provocada por un petardo o cualquiera de las músicas y los ruidos que inundan la feria de Talavera.
Soy de los que cada 15 de mayo salgo a la calle para ver las carrozas de San Isidro, donde por cierto echo de menos más trajes típicos de Talavera. A mis gemelos y a mí también nos gusta ver pasar a los caballos, pero luego quiero ir tranquilo por la feria.
Por cierto, como dueño de un perro, por civismo y porque tampoco quiero que me multe la policía estoy obligado a recoger sus excrementos cuando le saco a pasear. Por eso me pregunto si los dueños de los caballos harán lo mismo o nos dejarán el ‘regalito’ a los demás. ¿Han pensado también en ese nuestros gobernantes?
Felipe Martín Ramos