Han transcurrido poco más de 20 días, pero desde que cesaron las lluvias que se llevaron por delante la recién inaugurada Playa de los Arenales muchas cosas han cambiado en el Tajo a su paso por Talavera.
En este tiempo el agua ha bajado tanto su nivel que ya son visibles en el cauce nuevos islotes frente a la ciudad, el mayor a la altura de la avenida Real Fábrica de Sedas.
Esta zona del río ya está siendo colonizada por vegetación somera y de continuar el actual estado de cosas en breve plazo se convertirá en “una selva más de carrizo y espadaña”. Así lo denuncia Miguel Ángel Sánchez, presidente de la Plataforma en defensa de los ríos Tajo y Alberche y concejal de Ganemos Talavera.
Atrás quedaron los breves días de desembalse, por lo que ahora Sánchez constata que el curso del río ya está prácticamente detenido, con un caudal en Cebolla por debajo de los 12 metros cúbicos por segundo que en Talavera se reduce a entre 5 y 6 “y no continuos”.
Por tanto, en la actualidad no se estaría respetando el caudal mínimo legal de 10 metros cúbicos fijado en los Planes de cuenca de 2014 y 2016, “no el ecológico que no existe”.
Más agua para combatir los mosquitos y cubrir las islas
Debido a ello, “la grasa se detiene debajo del Puente Viejo y tenemos un magnífico lodazal bordeando la ciudad, un inmenso criadero palustre de mosquitos”, denuncia también Miguel Ángel Sánchez.
Y es que éste sigue reclamando a la Confederación Hidrográfica del Tajo que “suelte agua de la cabecera” para limpiar e incrementar el caudal del Tajo de tal forma que no sea inferior a los 30 metros cúbicos por segundo en Talavera de la Reina, 40 en Cebolla, y así evitar el desarrollo de las nuevas islas y la proliferación de los mosquitos, cuya plaga se está convirtiendo en un quebradero de cabeza para cada vez más vecinos y empresarios.