El programa PLIS está encuadrado dentro del Programa Operativo del Fondo Social Europeo 2014-2020 y se crea con el fin de evitar la pobreza económica de los estamentos más desfavorecidos de la Sociedad. La administración encargada de la gestión y el reparto de estos fondos en la comunidad autónoma de Castilla la Mancha es la Junta de Comunidades. En el año 2016 la Junta ha repartido 2,4 millones de euros entre las siguientes localidades: Alcázar de San Juan (con un importe total de convenio de 225.000 euros), Albacete (625.000 euros), Cuenca (375.000 euros), Daimiel (225.000 euros), Illescas (374.903), Seseña (225.000), Tarancón (225.000), Toledo (375.000), Tomelloso (225.000) y Villarrobledo (225.000).
Como se puede observar Talavera de la Reina, la Ciudad que más ha sufrido la crisis en esta región no figura entre las agraciadas por la Junta en el proyecto. Sin embargo nadie desde la Consejería ha dado ninguna explicación al respecto. Talavera y su comarca de nuevo sufren la terrible, inexplicable y odiosa marginación. Esa marginación que no depende del partido que gobierne sino de la idiosincrasia del propio estamento político que se creó a principio de los ochenta.
¿Qué ha hecho Talavera para no participar de estos fondos?, ¿Por qué los habitantes de este rincón de la región nos sentimos más cerca de Madrid, Extremadura o Castilla y León que del lugar donde arbitrariamente se nos encuadró hace más de tres décadas? ¿Por qué le somos antipáticos a todos los gobiernos regionales indiferentemente del signo que sean?
Cuando ganó las elecciones Emiliano García Page, anunció una lluvia de millones en la comarca de Talavera. Un año después no tenemos ni la más mínima noticia de ese proyecto que iba a presentar sic “de inmediato”. Ahora nos encontramos con el pastel de que tampoco entramos en estos fondos que son de la Unión Europea. García Page no puede recibir toda la crítica puesto que todos y cada uno de los Gobiernos Regionales anteriores se han comportado igual o de manera muy similar.
Muchos talaveranos, cada vez más, nos cuestionamos el porqué de este trato que a veces incluso llega ya a ser vejatorio y sabiendo que los peleles contestarán la manida chuminada de que “los talaveranos tenemos la culpa”, al final lo que está claro es que no tenemos los medios ni el cariño que otros tienen y por tanto mientras otros portan botellas de oxígeno para explorar el océano nosotros tenemos que conformarnos con hacer la inmersión a pulmón.
