A mí no me ha sorprendido y como a mí a muchos ciudadanos. Otros andan desconcertados ante noticias tan contradictorias y otros abrazados e inamovibles a su ideario político. Para qué cambiar, para qué analizar, para qué pensar, para qué…
Un buen día de octubre una mano inocente y sin representatividad municipal -o ahora sí, nos sé- (Podemos Talavera) repartió las cartas y al yermo gobierno talaverano, sin tener en mente jugar, se le encendieron los ojos. ¡Escalera máxima de mano!; salvadora, parapeto de muchos desatinos, nimias ideas y escasos esfuerzos. Siempre he oído a mi madre decir que jugar por necesidad es perder por obligación. Y mi padre, el pobre, que cada uno debe tomar sus propias decisiones. No sé el porqué, o sí, pero estas dos frases salieron escopetadas de mi hipocampo de sopetón un buen día, cuando se empezó a colocar el tapete verde lejos de la Plaza del Pan. Y es que la partida de ‘Talavera Ciudad Europea del Deporte’ no se iba a jugar en la Ciudad de la Cerámica, no, sino en Toledo. Escoció, escuece y escocerá hasta 2019 ese pírrico y a la vez maldito escaño que privó al PP renovar su mandato en la región. Y la ocasión la presentaban pintiparada, podía haber filón para ir arañando papeletas en la siempre crédula Talavera.
A su llegada a la mesa de juego y pese a la buenísima jugada de primeras dadas que les habían entregado, optaron por descartarse de cuatro y quedarse con el as y ese trueque de cartas deparó una mala jugada, como era de suponer, y en la que el farol representaba una buena salida, la mejor salida. Sus rivales (PSOE y Podemos) tantearon con una apuesta de lo más normalita -en el caso del primero sin la contundencia requerida y esperada- sabedores que en la siguiente mano ninguno de ellos sería el button con sólo decir “paso” y tirar las cartas.
¡Dios mío, qué afrenta, socialistas y podemitas no quieren que Talavera sea Ciudad Europea del Deporte! Algunos titulares, que es lo que mayoritariamente lee la gente (hay ejemplos sonrojantes de ‘adalides creadores de opinión’ en las redes), reflejaron su objetivo. Los populares más avezados en las nuevas tecnologías se aprestaron a compartir esos favorables y bondadosos escritos porque ya se sabe que ahora ser el primero supone somatizar esas tabulas rasas lockeanas tan vitales en la escena política cada cuatro años.
Así las cosas, el jueves que viene los jugadores volverán a la mesa de las Cortes y se repartirán de nuevo las cartas. Ahora lo hará una mano no tan inocente (Podemos CLM) y su apuesta hará temblar las sillas de sus oponentes. El PSOE, ya prevenido, podría repartirlas al unísono o presentar una apuesta más contundente y completa que la del otro día. Tiene una magnífica oportunidad para pasar del gesto y de las promesas a los hechos para con Talavera. Depende de él y le reportaría encontrarse con una jugada inesperada de la cual podría sacar el rédito que pretendió su oponente del que creo que no mirará ni las cartas.
Y por dinero que no sea. Si no se puede llegar a esos ocho millones presupuestados por los que idearon traer a Talavera esa mini olimpiada y todo lo que conlleva se le puede enseñar a Trump el puente con tirantes, lo mismo le gusta y se lo lleva. ¿Qué no?, capaz es.
