Integrar servicios con el transporte escolar en autobús para aumentar el número de viajeros por expedición durante los días lectivos y orientar el transporte de fin de semana hacia los servicios ‘a demanda’, es el principal objetivo del nuevo modelo de transporte colectivo presentado este miércoles por el Gobierno regional. Todo con el fin último de incrementar la cobertura en las zonas de baja densidad de población de Castilla-La Mancha con las localidades de referencia que proveen a estos pueblos de servicios sanitarios, administrativos o comerciales, al tiempo que se reducen las emisiones contaminantes ante la previsión de que los vehículos harán menos viajes en vacío.
Así lo ha explicado hoy la consejera de Fomento, Elena De la Cruz, asegurando que se trata de rediseñar por completo el mapa regional y muy especialmente el de aquellas áreas más aisladas o donde mayores dependencias se generan entre las pequeñas localidades y aquellas que les sirven de cabecera para proveerse de servicios tanto públicos como privados. Como ha dicho, el nuevo sistema “está diseñado y adaptado a la realidad de Castilla-La Mancha” pues desde el Gobierno regional “queremos que todos los habitantes, vivan donde vivan, tengan los mismos derechos”.
Este modelo, que ya está parcialmente operativo en la Serranía de Molina de Aragón de la provincia de Guadalajara, sentará las bases de las futuras concesiones zonales a medida que la Junta de Comunidades vaya renovando las líneas de competencia autonómica.
El área de la Serranía Alta-Alcarria de Cuenca, la Sierra del Sur de Albacete y las comarcas del Sur de Ciudad Real serán las próximas zonas de baja densidad de población y débil tráfico en las que se desarrolle esta restructuración.