Todo hace suponer que esta semana, en plena ebullición de los actos del Corpus, será clave para el futuro financiero de la región y el futuro político del presidente regional. Y es que Emiliano García-Page cogerá el toro por los cuernos y comenzará personalmente a negociar para conseguir la aprobación de los Presupuestos.
El parlamentario socialista Emilio Sáez dijo el otro día que se negociará tanto con el PP como con Podemos, pero esta es una postura cara a la galería, pues el PSOE sabe que está condenado a entenderse con la formación morada y tendrá que aceptar algunas de las condiciones que José García Molina ha puesto sobre la mesa.
Por cierto, que el secretario regional de Podemos anda un poco mosca porque la carta que ha recibido a tal efecto, rubricada por el consejero Ruiz Molina, es la misma que la que ha remitido al PP y García Molina considera que hay cierta diferencia entre los planteamientos populares y los suyos y, además, cree a pie juntilla que el PSOE y Podemos tienen más cosas que les unen que les separa.
En las filas socialistas, por otra parte, consideran que si se fue capaz de cristalizar un acuerdo de investidura por qué no se va a fraguar otro entente ahora. Estos movimientos que se esperan alejan más el fantasma de unas elecciones regionales anticipadas. Unos comicios que -de venir bien a alguien, cosa que se puede poner en duda- es a Podemos, que ya ha pasado ese pequeño calvario que siempre suponen las elecciones internas.
Page y el liderato del PSOE
El PSOE espera consumir los dos años que restan de legislatura para que su líder Emiliano García-Page pueda presentar como credencial que ha vuelto a levantar la región. Y es que Page se atisba como próximo candidato a revalidar la Presidencia de la Junta, pues los pocos detractores que tiene en su partido no se esconde en decir que es el mejor cabeza de lista que pueden presentar.
Al que sí le pillaría con el pie cambiado, si se materializara el adelanto electoral, es al PP. María Dolores de Cospedal está atrapada en la política nacional y centrada en su Ministerio. Es más, todo hace pensar que ella no será la candidata dentro de dos años, aunque en política esto es mucho tiempo y puede pasar cualquier cosa y más con los sobresaltos diarios que padece el PP por sus casos de corrupción.
Así, el partido de la gaviota ya está pensando en el candidato. Lo normal es que fuera Vicente Tirado, pero él mismo se descarta y algunos dicen que deberán de volver a confiar en Agustín Conde, mano derecha de Cospedal ahora en Defensa y que ya fue derrotado abultadamente por José Bono cuando dejó la Alcaldía de Toledo para presentarse a presidir la Junta de Comunidades.
Ramos salva un obstáculo
Y en la Ciudad de la Cerámica, el alcalde Jaime Ramos ha vuelto a aumentar su larga lista de supervivencia política al salvar el obstáculo de la autorización de la instalación de la gasolinera al lado del colegio Pablo Iglesias. Parece que este caso está cerrado con la no concesión de la licencia, pero aún resta lo peor: la indemnización que debe de cobrar el empresario que quería ubicar aquí la estación de servicios y que dispone de licencia municipal por parte del gabinete Ramos. Veremos como sale de este embrollo el Ayuntamiento. La historia dice que perdiendo.
Ramos, por cierto, que personaliza en él todo lo que ejecuta el equipo de gobierno. Siempre está en primera fila, inaugurando todo y dando muy poco protagonismo a los concejales que dirigen los distintos departamento municipales; algo muy distinto de lo que ocurre en el consistorio toledano, por citar un ejemplo.
Quizá por ello anda algo tapado la revelación talaverana dentro del PP y que se llama Santiago Serrano. Javier Gil, nuestro Picatel del Tajo, gran conocer de esta formación política en la Ciudad de la Cerámica ya advirtió en la comida de Navidad de este medio de comunicación de la ascensión de Serrano. Y tenía razón, pues los distintos congresos que ha desarrollado el PP han puesto en evidencia la fuerza del viceportavoz municipal. Esto le convierte el heredero más directo de Ramos, incluso por encima de José Julián Gregorio, el presidente provincial.
Periodistas talaveranos
En la época en la que Ignacio Valero presidía el primer equipo de fútbol de la Ciudad de la Cerámica se acuñó el dicho de que el periodista deportivo tiene la misma categoría que en la que milite el club. Valero logró muchas cosas al frente del extinto Talavera CF. Casi le asciende a Segunda A, se enfrentó a amigos que le advirtieron de lo que después le sucedería y fue traicionado por aquellos que le asesoraban en contra de otros, por citar algunas de las vicisitudes que el gamonino padeció en su etapa como dirigente de una entidad en la que invirtió más de cien millones de las antiguas pesetas de su pecunio particular.
Pero parece que logró que quedara instaurado eso de la categoría de los periodistas. Es decir, que con el ascenso del CF Talavera, los informadores deportivos de este lado del Tajo también han subido de categoría. Habrá que ver qué pelaje tienen ahora los compañeros tras el ascenso, aunque en este digital se opina que la categoría de los periodistas talaveranos, que es asombrosa, no depende de los vaivenes de un equipo de fútbol. Eso sí, la situación de la ciudad hace que los informadores desmerezcan. No obstante, esta profesión siempre ha brillado en Talavera y eso que, a lo largo del tiempo, ha pasado por situaciones parecidas, aunque nunca por una tan mala.
