La minifalda

Es lamentable el uso partidista cargado de odio, rencor y revancha que algunos políticos, sindicalistas o papanatas de lo políticamente correcto hacen de la comparación que el concejal Castillo hizo la pasada semana de la longitud de un discurso y de una prenda de vestir que por definición es corta.

La minifalda fue inventada por la inglesa (mujer) Mary Quant en 1965 como una prenda “que trasmitía una imagen de libertad y afirmación de la mujer”. Los modelos se exhibieron por primera vez en las revistas Vogue y Bazaar. El diseñador André Courèges en su colección de 1967 se inspiró en las faldas cortas que llevaban las campesinas chinas de Duan Qun Miao para realizar su trabajo así como Pierre Cardin y Yves Saint Laurent añadieron la inspiración de las “skirt” que los varones escoceses llevan desde hace siglos o la falda plisada del traje tradicional masculino griego. La minifalda es una prenda nacida por y para destacar la libertad y el feminismo (bien entendido) de la mujer y por tanto en ningún caso puede entenderse como reprochable.

¿Si el concejal en vez de minifalda hubiera utilizado la frase “corto como un slip” hubiera habido tanto jaleo? Pues seguramente no. Todo el barullo organizado en las redes sociales parte del aprovechamiento político y repugnante de retraídos mentales que probablemente no conozcan a este señor que, por otra parte, es un caballero. Hoy día, lo políticamente correcto está haciendo un daño irrecuperable ya que se tapan verdades que podrían herir a colectivos que se aprovechan de ello. En España es aún peor porque aquí, principalmente la extrema izquierda lo utiliza como napalm para abrasar al adversario sin piedad ya que se le da infinitamente más visibilidad a la tontería, dependiendo del político que lo diga y del partido al que esté afiliado.

¿Dónde están todos estos presentadores de la sexta y la cuatro o los viciosos del Facebook con las letras de las canciones del reguetón que tanto bailan en las terrazas de verano? “A ella le gusta que le den duro”,  “quiero la combi completa chocha, culo y teta”,  “Si sigues con esa actitud voy a violarte”, “yo sé que a ti te gusta porque estás sudadita”, “Estoy enamorado de cuatro babies, me dan lo que quiero, chingan sin poner peros”, “pégala, azótala que ella va a toas”, “sabes que esa beba está buscando de mi bum”, “Si te falto el respeto y luego culpo al alcohol, si levanto tu falda…”  ¿Tal vez no deberían pedir que se prohibieran esas letras?

Con respecto al colectivo LGTB se hartan en llamar homófobo a cualquiera y colocarse banderas del arco iris, pero cuando algunos denunciamos que en Irán se cuelga a los homosexuales de grúas de construcción, en Cuba hay decenas de encarcelados o en Afganistán los tiran desde lo alto de los edificios se callan como putas (y putos).

Un discurso corto, es corto como una minifalda, como un slip, como el cuello de una lechuza o como el cerebro de algunos censores. La mujer merece el máximo respeto igual que el hombre, igualdad de oportunidades y de sueldo. Todo se basa en el respeto mutuo y sinceramente poco favor hacen al servicio de la igualdad aquellos que utilizan el chascarrillo para hurgar en la herida interfiriendo el mayor daño posible.