El desánimo reina en Talavera de la Reina y el pesimismo parece que está en cada esquina. Y es que la que fuera segunda ciudad de Castilla-La Mancha está en sus horas más bajas. El desempleo lastra a una urbe acorralada, mansa y sin esperanza. La ciudadanía está descontenta y parece que la situación se le escapa a un equipo municipal de gobierno que lo único que ha hecho ha sido echar a las demás administraciones la culpa del mal. Intentan demostrar que el Ayuntamiento no tiene nada que ver en la cosa, pero nadie se lo cree.
Desde la llegada del PP al poder municipal, la acción de gobierno ha desaparecido. Es difícil encontrar algún logro en las gestiones de Lago -primero- y Ramos, después. Se liquidó el Mercado de Ganados, el Centro de la Artesanía y se paralizó Talavera Ferial, entre otras cosas, y así no puede evolucionar una ciudad que siempre ha vivido del comercio. Y, por si fuera poco, parece que no se da con otras vías que puedan revitalizar a Talavera.
El equipo de gobierno no cuenta o, al menos, no expone sus proyectos. Fía todo a lo que venga de la Junta y del Gobierno central y en lo único en parece que se trabaje es enque la gran manifestación que se realizará en otoño, según el alcalde, salga mejor que los coletazos de concentraciones que han tomado cuerpo hasta ahora.
Eso sí, no falta eso de tirar la piedra al partido de enfrente. Así, tras el ridículo que se escenificó cuando el ministro de Fomento estuvo en la ciudad, desde el equipo de gobierno se comenzó a pedir actuaciones de la Junta de Comunidades -que tendrá arremangarse de una vez por todas y echar una mano-, pero, como siempre, sin exhibir los proyectos que se demandan desde el consistorio. En fin, el cuento de nunca acabar.
Y mientras la ciudad se hunde, parece que dichos proyectos -cuando se confeccionan- fallan. Ya lo hemos visto a la hora de solicitar el EDUSI y en la petición de las ayudas del Fondo Social Europeo, que a Talavera la han concedido una subvención menor que a Toledo para fomentar el empleo juvenil y eso que el paro que luce una población y otra es muy distinto.
Parece como si el gabinete Ramos estuviera enfrascado en ese juego de política infantil que protagoniza los últimos jueves de mes en el salón de plenos y que consiste en no contestar a la oposición por lo que dijo en su día sobre el traspaso de los concejales de Ciudadanos al PP. Esta situación propicia que no se apruebe enmienda alguna ante el escarnio de los ciudadanos.
Se acabó la incertidumbre
A la hora de redactar estas líneas, los militantes de Podemos están votando para autorizar a aprobar la Ley de Presupuestos de la región y para permitir a dos de sus miembros su entrada en el Gobierno regional. Los más seguro es que los integrantes de la formación morada den luz verde a ambos asuntos y el último día de agosto la comunidad autónoma cuente con presupuestos.
Eso sí, esta actuación ha hecho aflorar las divisiones en Podemos, pero el secretario regional, José García Molina, se ha vuelto a salir con la suya y el PSOE respira. Emiliano García-Page sacará adelante las cuentas y continuará con su tarea de gobierno. El acuerdo entre socialistas y Podemos ha descolocado al PP, que ha tenido que escenificar en Albacete que ya se preparan para las próximas elecciones regionales, aunque da la impresión que sin candidato por ahora.
Desde el PP quieren mostrar que hay esperanza en ganar estos comicios, pero todo hace indicar que la gente aún tiene presentes los recortes y algunas actuaciones del gabinete Cospedal que no gustaron nada a los castellanomanchegos. Además, como era de esperar, los diputados del PP en las Cortes regionales ya hablan más de Venezuela que de Talavera, por poner algún ejemplo. Es lo que trae el acuerdo de la izquierda.