No tener mar no significa que se esté libre de accidentes de bañistas en embalses, pantanos, charcas, ríos o piscinas. Las cifras de este año son escandalosas y hablan de más de 300 muertos por ahogamiento. En Castilla-La Mancha, 3.
La provincia de Toledo tiene recogidos en las estadísticas en el último mes tres sucesos, uno de ellos luctuoso, el acaecido el pasado 18 de julio en Casarrubios del Monte y en el que una mujer de 82 años fue encontrada ahogada en la piscina de su chalé en la calle Córdoba.
Los otros dos tienen como protagonistas a un niño de 5 años y a un joven de 29 y ambos se produjeron el mismo día, el sábado 5 de agosto. El niño quedó sumergido en una piscina particular en la localidad de Santa Olalla. La rápida intervención de un médico de urgencias y de una UVI móvil que le trasladó al Hospital Virgen de la Salud de Toledo, hicieron que el chico llegase con vida al centro sanitario.
También con vida pero con posible lesión medular crónica llegó al mismo hospital un joven de 29 años por una zambullida en la que se golpeó la cabeza con el fondo de una piscina en Torralba de Oropesa. Aquí el traslado tuvo que hacerse en helicóptero medicalizado.
Aún queda verano y muchos baños y extremar las precauciones y no perder el respeto al agua puede evitar lamentos a posteriori. Prudencia.