Ficha:
Plaza de toros de Mejorada: Tres cuartos de entrada.
La novillada empezó con treinta minutos de retraso debido a las inclemencias meteorológicas.
Se lidiaron novillos de la ganadería salmantina Esteban Isidro de excelente presentación y juego dispar.
Alejandro Adame: oreja y oreja; Cristóbal Ramos ‘Parrita’: silencio y 2 orejas
Crónica, por Sergio Cardiel del Pino
Las inclemencias climatológicas vividas ayer en la Sierra de San Vicente sólo retrasaron el inicio del segundo y último festejo de las fiestas patronales de Mejorada en honor al Santísimo Cristo de la Tabla. Festejo en general entretenido, con buenas pinceladas de dos prometedores novilleros que fueron de menos a más.
Abrió la tarde Alejandro Adame ante un novillo que no le puso las cosas fáciles desde un principio. El mexicano tiró de oficio para solventar los continuos derrotes que daba el astado. Mató de estocada caída y se le concedió una oreja.

Cristóbal Ramos ‘Parrita’ recibió al segundo de la tarde con variedad en el capote levantando los olés del respetable. Ya con la muleta no consiguió acoplarse con el novillo dada su brusquedad en la embestida. Mató de estocada contraria y algo tendida; silencio.

Como tercero de la tarde salió un precioso jabonero que levantó los aplausos del público. Alejandro Adame lo recibió de rodillas con 3 largas cambiadas que hicieron que el respetable rompiera en aplausos. Cabe destacar los pares de banderillas colocados por Tomás López, banderillero de su hermano Joselito Adame.

Inició la faena por estatuarios, pero poco a poco el novillo se fue apagando y la faena vino de más a menos. Mató de media estocada y fue premiado con una oreja.

‘Parrita’ salió a por todas en el que cerraba plaza. El murciano se abrió de capa para levantar los olés; en banderillas se metió al respetable en el bolsillo con tercio variado y vistoso, destacando el gran par puesto al violín.

Ya en el inicio de faena con unos ayudados por abajo se le vio que no quería irse de vacío del municipio de la Sierra de San Vicente y se jugó todo en los medios con un novillo que le acompañaba en cada embestida, hasta que el novillo lo arrolló sin consecuencias. Mató de media estocada que le valió para cortar las dos orejas.
