Talavera vive las vísperas de sus Ferias de San Mateo a la espera de ese otoño caliente que anunció el alcalde Jaime Ramos en su día y que tendrá como punto central la ansiada gran manifestación, que se programará desde el Ayuntamiento y se espera que secunden todas las organizaciones que suscribieron ese documento de proyectos irrenunciables que, hasta ahora, ha sido la iniciativa estrella del equipo municipal de gobierno.
Ramos sabe que se juega mucho con esta manifestación. Él está convencido que su éxito radica en ponerse al frente de la misma, aunque algunas voces dentro de su partido no lo consideran así. Y es que el alcalde no tiene más remedio que jugársela de una u otra manera, las críticas le asedian por su poca gestión en esta capital del desierto que es Talavera de la Reina, como le gusta decir a un exdiputado del PP.
La que fuera segunda ciudad de Castilla-La Mancha está a la espera de una ITI que remedie sus males y de que las diferentes administraciones echen una mano. Da la impresión que todo se confía en la ayuda externa, aunque algo se debe de hacer desde el interior para levantar la cabeza.
Lo cierto y verdad es que se ha parado el tiempo en la Ciudad de la Cerámica. Ramos parecía que llegaba con fuerza a la Alcaldía, recuperó viejos temas como sacar a la luz el área metropolitana, pero todos duermen el sueño de los justos. Ahora se vuelve a escenificar el paripé del AVE, acción que cuando la ejercieron los socialistas fue muy criticada por el PP cuando estaba en la oposición. Es más, en la sede popular se colocó un reloj para cronometrar cuándo llegaba el AVE. Reloj, por cierto, que ha desaparecido porque a los populares ya no le interesa cuánto tardará que esta infraestructura sea una realidad.
Las consignas del PP
Y mientras el hastío y el pesimismo inunda la ciudad y la ilusión se evapora por las brumas del Tajo, las formaciones políticas se tiran los trastos a la cabeza. El PP se muestra radical tanto en las Cortes regionales como en distintos consistorios porque así lo ha decidido su Comité de Dirección, en general, y María Dolores de Cospedal, en particular. Y es que se ha dado orden a atizar al PSOE en todos los frentes, le afean que Page haya incluido a Podemos en su gobierno y los concejales populares de Talavera aprovechan cualquier presentación de sus diferentes departamentos para tirar chinitas a la Junta, aunque no venga al caso.
Hasta Ramos se coloca el uniforme de futuro candidato y sibilinamente expresa en voz alta su deseo sobre que la Junta incrementará su ayuda a la ciudad porque…Agustina García está de consejera y ella sabe las necesidades de la urbe porque vino al mundo en el barrio de Patrocinio de San José. En fin, continúan los dimes y diretes y los remdios para la eterna enfermedad talaverana brillan por su ausencia.
Las primarias socialistas
El PSOE de Castilla-La Mancha realizará, por primera vez en su historia, elecciones primarias. Rivalizarán, tal y como han confirmado los avales, el alcarreño José Luis Blanco y el toledano Emiliano García-Page por la Secretaria General. Si nos atenemos a los apoyos recibidos por uno y otro da la impresión que se presenta una lucha desigual. Y más si tenemos en cuenta que Page está trabajando mucho más en el proceso que su rival.
Page está pateándose más las sedes socialistas que Blanco. Y eso que el alcalde de Azuqueca de Henares comenzó con fuerza, pero tras recoger los avales parece que se ha descorazonado. Y la verdad que no es para menos, pues Page ha obtenido 6.740 y él 1.250. El actual secretario regional ha conseguido más apoyos que su adversario en las cinco provincias de la comunidad y, como se aprecia, ha logrado más firmas que el mismo Pedro Sánchez, que reunió 4.156.
De todas formas, algunos militantes consideran que todavía hay partido; aunque desde la ciudad que gobierna Blanco están llegando comunicaciones que no le tildan de muy demócrata. Dicen los seguidores del alcarreño que son filtraciones interesadas, pero en unos comicios todo influye.
Si Page se eligiera como secretario general del PSOE regional, como todo hace indicar, no habrá muchos movimientos en los congresos provinciales y aquí, en Toledo, da la impresión que repetirá como secretario general Álvaro Gutiérrez y hasta es posible que no encuentre un candidato enfrente. Sonó que un exdiputado provincial y actual concejal de un pueblo podría rivalizar con él, pero si triunfa Page esto sería una quimera y este último, que parece entender del asunto, no dará este paso. O tal vez sí, porque en esto de la política nunca se sabe.
