Como es la primera vez que dos militantes socialistas quieren dirigir el partido en Castilla-La Mancha, pues –también por vez primera- se ha desarrollado un debate entre los dos aspirantes a conseguir la Secretaria Regional del PSOE: Emiliano García-Page y José Luis Blanco. Un debate muy bien moderado por Ismael Barrios y que, entre otras cosas, dejó entrever las tablas y el oficio de uno de los aspirantes –leáse García-Page- y el nerviosismo del otro –Blanco-.
La contienda verbal socialista se produjo a puerta cerrada. Primero se grabó y después se emitió en la web del partido para que los militantes pudieran contemplar el programa de uno y de otro. Del acto sacó mucho más partido el actual secretario regional y, además, logró que siempre Blanco fuera a contracorriente.
García-Page desde siempre ha dejado claro que es el campeón en el esgrima de las palabras y, como dispone de una rapidez de reflejos encomiable, hizo patinar a su rival. Viendo lo que ha sucedido, el alcalde de Azuqueca de Henares no debía de haber propuesto este debate y, una vez que ya lo ha hecho, tendría que haberse preparado más el fondo de la cuestión.
Quedó claro en este encuentro que Blanco quería un cuerpo a cuerpo de otro estilo. Quizá más basado en política nacional que en la regional, pues desconoce el número de sedes socialistas que contiene Castilla-La Mancha, los fondos europeos que se conceden a la región y la forma de obtener estas ayudas, por citar algunos ejemplos, y que quedó patente en el acto.
Además, cometió la torpeza de atacar a Page al idéntico modo del PP, en algunas ocasiones, y este obstáculo hace mucho que lo superó el presidente regional. García-Page hizo la goma hacia su adversario. A veces, mostraba un acercamiento –como cuando decía “Blanco no es mi enemigo, mi enemiga es Cospedal o aquel que proponga el PP como candidato- y otras se alejaba –como cuando apuntó que el pasado de Blanco esta en IU y no en el PSOE, ya que éste fue concejal de la formación izquierdista antes de ser alcalde socialista de Azuqueca de Henares-.
Ambos intentaron hacer ver que eran el representante ideal de la militantica. Blanco mantuvo que si se va a votar es porque se ha presentado y Page recordó que él cuando llegó a la Secretaría Regional aprobó el sistema de primarias.
Pedro Sánchez
El fantasma de María Dolores de Cospedal sobrevoló durante el debate. García-Page recordó que fue derribada de la Presidencia de Castilla-La Mancha por su pacto de investidura y Blanco subrayó que la derrotaron los votos socialistas. Además de esta sombra, tampoco faltó la de Pedro Sánchez.
José Luis Blanco quiere hacer ver que su imagen es la de Sánchez en Castilla-La Mancha y, por ello, hace todo lo posible para recalcar que su rival apoyó a Susana Díaz en las primarias nacionales y que Page dijo que dimitiría como secretario regional si la andaluza salía derrotada.
Emiliano García-Page contestó que esto era “un invento de un periódico de derechas” y recordó las tribulaciones de Blanco en sus apoyos a los secretarios generales del partido.
Y es que, según se supo, Blanco votó a Madina en lugar de Pedro Sánchez cuando el hoy líder socialista alcanzó por primera vez la Secretaría General. Sí, esa vez que Page apoyó a Sánchez.
Se esperaba más de Blanco. Tal vez porque entre sus fieles se encuentran exdiputados, exsecretarios de Estado y exaltos cargos orgánicos. También gente que saben de lo que va la cosa por la experiencia que tienen. Pero, por lo visto, poco le han asesorado.
O este cambia mucho o será un paseo para Emiliano García-Page. Quedan muy pocas horas para saberlo. Huele a victoria abultada del actual secretario regional. Parece que la emoción del resultado se ha esfumado, aunque… en política puede suceder de todo.