¿Qué demonios nos está pasando?. A este país ya no hay quien lo reconozca. En las conversaciones en bares y demás centros de debate nacional ya no se habla de fútbol, ni de los escándalos de la última celebrity, ni de lo que sucede en los reality shows… Solo hay un tema de conversación, y la información a su alrededor ha sustituido a todo aquello que hace unas semanas nos entretenía.
Es más, da la sensación de que los Sálvames han cambiado su contenido pero no las formas… Diversos tertulianos se enfrentan a voces y sin argumentos en estériles discusiones.
Es posible que se trate de una moda pasajera… y que dentro de poco retornemos a nuestras verdaderas preocupaciones, es decir si el Balón de Oro se lo dan a Cristiano o a Messi, o de si fulanita y fulanito se han divorciado violentamente, o de si menganito ha dicho no sé qué payasada en el Hormiguero….
Vamos, en una palabra. Las cosas importantes de la vida.
Desde estas modestas líneas me gustaría recordar a los eventuales lectores que este fin de semana hay Liga, que el Madrid visita por primera vez el campo del Girona y que el Barça juega como visitante en el siempre incómodo San Mamés. Los tres puntos en juego son muy importantes y ya se sabe que el fútbol son once contra once y que no hay enemigo pequeño. Y a ver si nos centramos, porque Messi ha ganado muchísima ventaja a Cristiano en la tabla de goleadores y su lucha por el Pichichi parece muy desequilibrada.
Y si no, también tenemos a Fernando Alonso y su cacharro en el Gran Premio de México. Resulta importantísimo ver en qué vuelta se le afloja un muelle al motor Honda.
Seguro que también hay cosas que exigen nuestra más estricta atención en la vida sentimental de algún famosillo, aunque en estos temas he de reconocer mi absoluta ignorancia… pero bueno, no por ello las considero menos importantes que las cuestiones balompédicas.
Si lo hacemos así, el lunes, cuando regresemos a nuestros respectivos trabajos (el que lo tenga), nuestros problemas cotidianos habrán mejorado notablemente. Sin duda….