El Centro Cultural Rafael Morales se quedó pequeño para albergar a los asistentes que han querido tributar un homenaje a los presos que durante el franquismo construyeron la presa de Cazalegas y el Canal Bajo del Alberche.
Alguno de los presentes decía que ha sido una de las concentraciones de personas más numerosas que se habían producido en Talavera pues “esos 6.000 presos están hoy y aquí presentes”.
Entre ellos, representantes de los partidos, sindicatos y colectivos que han promovido el reconocimiento: Ganemos Talavera, PSOE, Podemos, Izquierda Unida, PCE, los sindicatos Comisiones Obreras, STAS y UGT, y colectivos como Arrabal y el Foro por la Memoria
Y por encima de ellos, familiares de algunas de esas víctimas que durante diez años (1940-1950) trabajaron en condiciones “de esclavitud” para ejecutar la infraestructura más importante de la ciudad y de la comarca, unas obras de ingeniería que marcaron un antes y un después en la historia social y económica de Talavera de la Reina.
Casi 300 kilómetros de canal que han abastecido de agua a unas 10.000 hectáreas de regadío, la huerta de Talavera vital en los años de la postguerra.
Los familiares han agradecido la presencia de todos los asistentes y el “empeño” de los organizadores por llevar a cabo este acto.
Testimonios y recuerdos desgarradores y lecciones magistrales de dos profesores con amplios conocimientos de la época y, en particular, de este episodio acontecido en Talavera. El profesor de Historia en el colegio Cervantes, José Pérez Conde, y Benito Díaz, doctor en Historia Contemporánea por la Universidad Complutense de Madrid y encargado de cerrar el acto.
Cabe recordar que el talaverano Pérez Conde precisamente obtuvo la consideración Doctor Cum Laude en Historia por su tesis titulada ‘Trabajos forzados en Talavera de la Reina, durante la Guerra Civil y el franquismo (1936-1950)’.
Cárcel de la Seda
A la conclusión del solemne aunque sencillo acto se ha procedido a encaminarse donde otrora se ubicó la Cárcel de la Seda, tras la Guerra Civil, frente al actual instituto Ribera del Tajo.
Ahí, a orillas del río, se ha colocado el atril con la placa orginal conmemorativa 67 años después de que terminasen esos “trabajos forzados”, y se ha dejado una réplica provisional “hasta que un gobierno democrático la ponga”.
A los pies de ese atril se han ido depositando claveles rojos como muestra de reconocimiento y solidaridad a esos presos y sus familiares.
Como es sabido el Gobierno Municipal no ha autorizado a colocar la placa de cerámica en Talavera por contener un “símbolo no constitucional como la bandera republicana”.
