El corazón del casco antiguo de Toledo –eso que los toledanos gusta llamar el Casco Histórico-ha acogido una encuentro entre los representantes de los medios de comunicación y el presidente regional, Emiliano García-Page, para tomar un desayuno y hacer balance del año que termina.
El año, como el propio mandatario ha definido, de los líos. Y es que el presidente del Ejecutivo autonómico se ha visto envuelto en unas elecciones primarias para dirigir el PSOE en Castilla-La Mancha, además del asunto catalán, los desencuentros y encuentros con Podemos y la batalla por aprobar los Presupuestos regionales.
Evidentemente, ha sido un año de mucha tensión para él. Pero, ahora, tras dar las Cortes regionales luz verde a las cuentas, es otro cantar. Así, García-Page luce mejor cara y transmite más optimismo, tal y como se pudo comprobar en este acto.
Quizá se muestra más alegre porque ya han acabado sus diferencias con Pedro Sánchez, el secretario general de su partido con el que degustó hace poco un cocido, o porque está comprobado como el PP está en caída libre y cuenta con más problemas que el PSOE ha padecido este año. Y es que las elecciones catalanas no han sentado nada bien a los populares y, encima, han hecho que la lucha interna entre Cospedal y Sáenz de Santamaría sea más enconada.
Así, que García-Page ha llegado a este final de año bastante eufórico, pero sabiendo que su andadura por el 2018 no será un camino de rosas. Consolidar el Pacto Nacional del Agua, la restauración del Estado del Bienestar antes de lo previsto y el crecimiento positivo de la región serán tres asuntos que tomen cierto protagonismo en el año que nacerá en breve.
Como temas políticos más urgentes, García-Page se ha marcado mantener el encuentro con Mariano Rajoy lo antes posible y llegar a acuerdos con las restantes formaciones políticas para reformar el Estatuto de Autonomía o, en su defecto, aumentar la representación parlamentaria a pesar de ser sabedor que esto perjudicará a los partidos mayoritarios.
Para esto, García-Page quiere hablar con todos. Lo hará hasta con Ciudadanos y eso que no tiene representación en las Cortes regionales. Quizá porque el presidente sabe que en los próximos comicios el partido amarillo tendrá más protagonismo que en los pasados.
Los nombres de las calles talaveranas
Desde distintos balcones –que, a lo largo de los tiempos, se han denominado El lapicero, Relatos paradoxos, Los cuernos de la luna o El Alfar y que se han publicado en diferentes medios- he tenido la oportunidad de reivindicar que algunas de las calles de la Ciudad de la Cerámica llevaran el nombre de personajes ilustres, singulares o reconocidos que han paseado sus espíritu y su arte por estas vías.
No voy a repetir aquí la retahíla de peticiones, pero lo que sí haré será subrayar mi alegría porque una de mis peticiones tomará cuerpo en breve. Y es que una de las calles de esta urbe llevará el nombre de Javier García Verdugo, la mayor gloria futbolística talaverana. Jugó muchas temporadas en Primera división y, además, destacó como entrenador en distintos equipos españoles. Lástima que este reconocimiento le llegue meses después de encontrar la muerte.
