A veces pienso que el sui géneris escritor checo-alemán Frank Kakfa hubiera tenido en esta Talavera actual un buen caldo de cultivo para sus atribuladas y absurdas historias que dieron origen a la adjetivación de su apellido.
Su laberinto de ideas, a veces indescifrables, atrae sin remisión a muchos que hemos leído algunas de sus obras a la par que consigue el rechazo de otros muchos lectores incapaces de seguir ese universo ecléctico y casi insondable de su mente atormentada, que -dicen algunos expertos- era consecuencia de su enfermedad, sus desamores y de su figura paterna.
Desde el 19 de diciembre sabemos que Cruz Roja ha decidido poner punto y final al actual Centro de Atención a la Familia (CAF) y, por consiguiente, a sus dos programas que impartían a niños y preadolescentes de familias vulnerables que precisan apoyo escolar fuera de las clases y pautas para desarrollar habilidades sociales y educativas que eviten el fracaso escolar y logren su total socialiazación, principalmente.
Para explicar la absurda situación creada no recurriré a metáforas kafkianas -sería cuanto menos enrevesado- e intentaré hacerlo a través de otros reyes del absurdo: Groucho Marx y Tip y Coll.
A ver: la parte contratante de la primera parte (Concejalía de Servicios Sociales) da una subvención de 79.800 euros antes de saber a qué van a ir destinados -creo que no es un procedimiento correcto por mucha credibilidad y honorabilidad que tenga el destinatario- y presume de que la cantidad está garantizada para 2018, eludiendo entrar en el fondo de la cuestión.
La parte contratante de la segunda parte (Cruz Roja) reconoce que utilizará dicha subvención en otros proyectos, que garantizará la atención a los afectados con recursos propios y que no le compete dar ese servicio.
Y es la parte contratante de la tercera parte (los padres de los niños y preadolescentes) la que se moviliza ante la suspensión del programa a mitad de curso escolar y ante la falta de información de las otras dos partes contratantes; recoge firmas de apoyo y se entrevista con la parte contratante de la segunda parte que no es responsable de la prestación, mientras la parte contratante de la primera parte hace mutis por el foro.
Si la parte contratante de la primera parte derivaba a la parte contratante de la tercera parte hacia la parte contratante de la segunda parte y ahora no asume su cometido y no soluciona la problemática surgida por no plasmar el concepto de la subvención negro sobre blanco, disponiendo como dispone de instalaciones municipales para ello y de un constreñido Fondo de Emergencia Social que “en caso de ser necesario, se ampliaría…
Está visto que para acoger y liberar insurrectos de la opresión naranja corremos que nos las pelamos pero para solventar una contingencia tan sencilla y sensible como ésta optamos por…
-… De momento, se anuncia, que la cosa se encamina para una próxima reunión ¡tripartita!
-¿Para qué?
-Paraguayo.
Teniendo Uruguay, de despacho, mira que guay, lo despacho. Una vez leido, el mapa de abordo, observando la ausencia de las pequeñas islas que conforman la tierra en su totalidad. Añadir el anexo 2.
La parte contratante le da volante a su pésimo talante, reconociendo que despidieron,
Y mal valoraron 15 años de entrega trabajadora, las horas que al niño adora.
Así que cono somos Asociación, pedir voluntario con voluntad de maquillaje, para tapar este pillaje, saltando nomina mensuales, poco sensuales, y que ayuden a estudiar, al que mide mas, pues si no das la talla, da la vuelta y calla.
Es decir, y en ese azul Román paladino, estos hilan fino.
Abusar de voluntad, sin querer nominar, para a los niños olvidar, y con ello dejar de asegurar, que el infante al menos comera.
Así que aproveche el langostino, pues yo tengo Tino, que no timo, y como frang sezler, piloto aleman de la smg, volare cerca durante este viaje, para devolverlos a casa. Pues son de los nuestros, no disparen.