Aunque siempre ha estado identificada con la causa talaverana –hasta desempeñó el cargo de concejala de Medio Ambiente-, Josefa Palacios, más conocida por Pupi, nació en Huerta de Ánimas, una pedanía de Trujillo. Eso sí, lleva muchos años en la Ciudad de la Cerámica, aunque no olvida sus raíces como lo demuestra la actividad que desarrolla en Hogar Extremeño Talaverano.
De su familia, el primero en conquistar Talavera fue su padre, Juan Palacios, que llegó en la guerra civil. Y le debió gustar, pues después volvió y –en esta ocasión- acompañado de la familia. Juan llegó con su mujer María y su hija Pupi y en su cartera traía algo que le iba a arreglar su futuro: la receta de churros que le dio una tía allá en Huerta de Ánimas.
La familia se estableció en la plaza de San Miguel y montó la churrería. Pupi, a los siete años de edad, vendía el material que hacían sus padres en la Corredera, la entonces vía comercial por excelencia de la ciudad. Después, instalaron la churrería en esta calle, en un local pegado a la muralla, y en este establecimiento debutaron en el arduo trabajo, además del trío citado, Vito- hermana de Pupi- y Vicente Martín, un vecino que rápidamente entró en la vida de Pupi a través de su corazón.
Y es que esa felicidad que retrata la cámara de Miguel Betis en el rostro de Pupi se forjó entre las sartenes de churros y tras largas madrugadas. Tanto fue el roce, que Vicente y Pupi de compañeros de trabajo pasaron a novios y después a marido y mujer. Vicente fue el que mejor conservó el toque que el tío Juan daba a los churros.
Además de extraordinarios de churreros, los componentes de esta familia fueron estrellas de cine; ya que su caldera y actividad se ve reflejada en una cinta de la época. Pupi fue churrera fija en la Corredera y ambulante en los Jardines del Prado y la Alameda durante los fines de semana, fiestas y ferias.
Hoy, ya jubilada, sigue manteniendo esa llama de juventud que le hacía contactar con los clientes y continúa amando a Talavera sin olvidarse de su tierra natal. Por eso, Miguel Betis la inmortaliza en este rincón del recuerdo como protagonista estelar de aquella población que comenzaba a despegar y como baluarte de ésta otra que pugna por no morir.
