Esta jornada lluviosa que se escapa en busca de la primavera, la cámara de Betis inmortaliza en este rincón al señor del teatro. El hombre que hace magia con la luz y el sonido, que habita entre bastidores y rezuma amor por Talavera.
Es Pepe Hernández. Amigo de sus amigos, que consagró parte de su vida entre grupos de teatro locales y que ha sentido el reconocimiento de artistas de la talla de Marisa Paredes o Mocedades. Hasta Julio Iglesias se le quiso llevar con él para que le sonorizara e iluminara sus conciertos, pero él prefirió la vida tranquila de su Talavera, junto a su esposa e hijos.
Pepe Hernández ha sido actor, director, animador cultural y ha brillado en todas esas facetas que existen detrás de los escenarios. En un tiempo acometió estas labores en solitario, luego se unió a él su inseparable Julián Hormigos y, más tarde, su hijo Jorge.
Pepe es uno de los artífices de que Las Mondas, esa tradición que ha hecho historia, lleguen a ser lo que representan hoy para Talavera, sus tres comarcas y la región. Se empeñó en que los actos culturales abandonaran el centro de la ciudad para anidar en los barrios y lo consiguió y, por si fuera poco, fue un hombre que sembró la eficaz semilla para que nacieran grupos de teatros no solo en Talavera, sino en distintos pueblos de la comarca.
El angular de la cámara de Betis retrata hoy a este experto en las tablas que se mudó tras los escenarios para ver pasar, contemplar y disfrutar de la vida artística y cultural de una ciudad que ha ganado en escenarios, pero que ha perdido a sus principales actores y directores. Y es que hasta la crisis ha llegado a las tablas.