Por Juan Pedro Ayuso Cazorla,
concejal no adscrito en el Ayuntamiento de Talavera
Estas últimas semanas se están produciendo las primeras reuniones para elaborar un Plan Estratégico para Talavera.
Se trata de crear un documento que plasme las propuestas y proyectos para crear la Talavera de 2.025 a través de reuniones con todos los sectores de la ciudad.
Más allá de si esto era necesario encargárselo a una consultora externa o de la implícita ausencia de un modelo de ciudad a la hora de concurrir a elecciones, mi reflexión viene por una frase que se viene repitiendo reunión tras reunión dirigida a empresarios, empresas, autónomas, comerciantes, etc… “vosotros sois el motor del cambio de la ciudad”.
Entiendo perfectamente el significado de esta frase pero creo que le falta algo más para que alcance el grado de máxima suprema que permita ser utilizada sin fisuras: “vosotros sois el motor del cambio de la ciudad y las personas son vuestra fuente de energía”.
No las personas que emprenden, innovan o dirigen, que también, sino las que consumimos esos productos o servicios sin las que esos motores no funcionan ni funcionarán.
Un motor es una máquina, un equipo, diseñada para trabajar armoniosamente pero que sin una fuente de energía no sirve para nada.
No debemos pretender que un vehículo equipado con el mejor de los motores llegue a ningún sitio si no le proveemos de la mejor fuente de energía posible. La más eficiente y la más potente. Y para eso hay que tratar con mucho mimo a esa fuente de energía para conseguir que desarrolle al máximo su potencial.
Pues bien, no es muy difícil averiguar que me refiero a Talavera como ese vehículo al que le podemos dotar de las mejores empresas del mundo, pero que como no cuidemos a sus gentes no vamos a conseguir nada de lo que propongamos. Al igual que, si no conseguimos que las personas nos demos cuenta de que somos la base principal de todo, no se podrá conseguir ningún cambio.
Afortunadamente la fuente de energía está ahí, nutriendo otros motores de otros vehículos, pero ahí. De igual modo que tenemos buenos motores que en muchos casos no funcionan por la falta de combustible adecuado.
Por lo tanto lo que debemos tratar en primer lugar es de dejar de exportar personas, desarrollar a las que tenemos aquí, nutrir a las empresas locales con gente bien formada, y seguro que de ese modo habremos dado unos buenos pasos en la dirección correcta.