José Ángel de la Casa ha publicado un libro en el que cuenta sus experiencias tras serle diagnosticada hace un tiempo la enfermedad de Párkinson; lo primero que diré es que no he leído la obra todavía, lo segundo es que no importa porque lo que voy a escribir está al margen de lo que José Ángel haya escrito y lo tercero es que para mí siempre será con diferencia el narrador deportivo más elegante e inteligente a la vez que sereno y claro que he escuchado narrando un encuentro de fútbol en televisión.
También tengo que decir que De la Casa también será siempre para mí y para muchos seguidores del Talavera el extraordinario centrocampista que jugó unos años en el club, el Talavera C.F. seguramente en un período en el que el equipo talaverano tuvo una personalidad especial y arrolladora, personalidad fraguada en su magnífico centro del campo del que fue motor TOFIÑO esto es, José Ángel De la Casa Tofiño ya que el futbolista eligió su segundo apellido para transitar por el mundillo futbolístico.
Tofiño fue un magnífico jugador que pudo fichar por el Rayo de García Verdugo quien le quiso hacer firmar el contrato profesional el mismo año que el equipo de Vallecas subió a Primera, pero es que además José Ángel sobresalía también en el verdadero deporte rey, el atletismo, dónde tenía registradas magníficas marcas. Según cuenta, su vocación profesional, el periodismo ganó la batalla y eligió los estudios periodísticos. Para bien de todos creo yo.
Con dos hijos periodistas, teniente de alcalde de Los Cerralbos, se le puede ver ahora dando rienda suelta a su amor por el deporte, cualquier deporte, en Palomarejos Golf de Talavera.
Me propuse al imaginar este artículo hacer una comparación –por odiosas que resulten o quizá por eso-, entre José Ángel de la Casa y la turba de estridentes nulidades horteras, más ordinarias que unos zapatos de cordón marroncitos claros con pantalón de chándal, de esas que infectan los medios de comunicación deportivos españoles de hoy pero luego pensé que no valía la pena estropear un escrito, que desearía que quede muy claro que hice con el mayor cariño y la más grande admiración, mezclando nombres de los infamantes comentaristas deportivos actuales con la de un Premio Ondas, José Ángel de la Casa Tofiño.
Poco puedo decir sobre el estado actual del admiradísimo profesional, excepto que según declara cada vez que tiene ocasión, no se ha rendido a la enfermedad y lucha cada día con sus efectos procurando retrasar lo más posible sus graves consecuencias. No se esperaba menos de alguien como él.
Tofiño que es de la comarca del Horcajo de Sara María, de Los Cerralbos, estudió en Toledo y jugó en el Talavera, es uno de los nuestros y uno de los verdaderamente grandes de la comunicación en España; de la estirpe de periodistas deportivos profesionales y solventes que desgraciadamente desaparecen.
