
Raúl Romero Aparicio, el presunto sicario acusado del asesinato de Mercedes Martín Arroyo -el pasado viernes, en Las Ventas de Retamosa-, ha sido puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia en Instrucción número 5 de Illescas a las diez de la mañana de este lunes.
El titular de dicho juzgado, en funciones de guardia, ha decretado para Raúl Romero prisión provisional y sin fianza y se le imputan dos delitos de asesinato.
Y es que, según informa el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha en un comunicado, se le imputa de forma provisional como presunto autor de un delito de asesinato consumado, un delito de asesinato en grado de tentativa, un delito de tenencia ilícita de armas y un delito de robo de vehículo a motor. El procedimiento, que está bajo secreto de sumario, continúa instruyéndose en sede judicial.
Es natural de Málaga, reside en Barcelona y cuenta con 51 años de edad. Al parecer, se desplazó desde la Ciudad Condal hasta Las Ventas de Retamosa para cometer el crimen.
No obstante, la Guardia Civil aún no ha informado si está identificado el autor intelectual del crimen, ni los motivos por los que el presunto sicario acabó con la vida de Mercedes.
Detenido en Utiel
Después del crimen, Raúl Romero regresó a Barcelona, donde llevaba afincado varios años. Sin embargo, tuvo un accidente de tráfico en la A-3, en sentido Valencia, a 20 kilómetros de Utiel y a unos 300 de Las Ventas de Retamosa.
Un camionero avisó a la Guardia Civil al ver que el único ocupante del vehículo siniestrado huía a pie. Pero en una marquesina de un apeadero de autobuses de Utiel (Valencia) fue detenido por la Benemérita. En el momento de su detención, el sicario portaba una maleta en la que llevaba el arma del crimen.
Cuando Raúl Romero fue cazado por los agentes, llevaba como vestimenta un poncho y unos pantalones oscuros. Cuenta con varios antecedentes policiales, pero ninguno de sangre. Es de pequeña estatura.