Quizá haya pocas tan ibéricas y españolas como poner el carro delante de los bueyes…Y eso, sin duda, es lo que están haciendo muchos catalanes con el asunto de la independencia. Aunque les pese.
Porque claro, cuando a todo el mundo se le llena la boca con esa historia del derecho a decidir, de la independencia y todas esas vainas; a mi rápidamente me viene a la cabeza una pregunta: ¿qué es la independencia de Cataluña?; es más, ¿en que consiste?. A mi nadie me lo ha explicado.
Cuando escucho hablar a políticos independentistas y a muchos ciudadanos que se definen como independentistas tengo la sensación de que la independencia de Cataluña es como una llave mágica hacia el País de Nunca Jamás, una especie de paraíso de felicidad donde por fin lograran amarrar a sus perros con longanizas de las buenas…. Es asombroso hasta que punto somos permeables al hipnotismo de los embaucadores y vendedores de crecepelos de turno. Tengo la sensación de que la independencia de Cataluña consiste en cambiar los letreros de la N-II, retirar las banderas españolas de los sitios donde aún existen y expulsar a las “franquistas” fuerzas de seguridad españolas… Y ya está. La felicidad, el progreso y la prosperidad invadirán la tierra prometida de nuestros oprimidos antepasados…. y por fin nos libraremos de ese molesto parásito que nos chupa la sangre…
A lo mejor es que yo me tomo el asunto de la independencia en serio. Hay una serie de cuestiones que están sin resolver y que si yo fuese catalán, me gustaría que quedasen muy claras antes de tomar una decisión sobre mi apoyo o no al independentismo. Es a eso a lo que me refería con poner el carro delante de los bueyes. Mucha gente parece haber decidido que la independencia es fenomenal antes incluso de saber en que consiste la independencia. Vamos a ver algún ejemplo al respecto.
Mucho se ha hablado sobre la posible salida de una Cataluña independiente de la Unión Europea. Agua debe de haber en el río, pues suena bastante porque ante una remota amenaza las principales entidades financieras y varios cientos de empresas catalanas decidieron mantenerse bajo el paraguas de la Unión Europea por lo que pudiera pasar. Los políticos de uno y otro bando se lanzaron con sus torpes parloteos a convencer a sus hordas de seguidores sobre lo que haría Europa ante una declaración de independencia. Unos decían que no pasaba nada, que Cataluña es guay y seguiría siendo UE sin problemas; mientras que otros amenazaban con los crueles fuegos del destierro a aquellos territorios díscolos que se separasen del resto del país en el que ahora están.
Todo palabras y mensajes sin fundamento. Si yo fuese catalán, exigiría a mis líderes políticos un dictamen o al menos un informe del organismo competente sobre cuál sería el futuro de una Cataluña independiente en el seno de la UE, y cuál sería el marco de relaciones entre ambas entidades. Una vez conocido ese informe, tendría mucho más fácil tomar una decisión.
Pero es que así hay docenas de cosas. Una independencia de un país me parece que es un poco como un divorcio más o menos bien avenido. Al final de un modo u otro habrá que separar los bienes propios de cada parte y organizar un reparto de los bienes y las deudas “gananciales”. Es sobre esto sobre lo que quizá deberíamos estar aclarando cosas, en lugar de tirarnos los trastos a la cabeza. Por ejemplo, ¿que parte de deuda española se queda Cataluña?. ¿Cómo la repartimos?. Dentro de mi cartesiana mentalidad se me ocurre que se puede dividir la deuda por el número de habitantes y entonces es fácil llegar a decir: esta parte para ti; y esta para mi….siempre y cuando la deuda fuese algo homogéneo en plazos, intereses, etc. O podemos ajustar un poco más, por ejemplo que en lugar de número de ciudadanos se repartiese en función de su renta per cápita. Esto, que también parece justo es obvio que perjudicaría notablemente al estado Catalán, y es un aspecto sobre el que el resto de habitantes de España tendremos derecho a manifestarnos y posiblemente a votar también….¿o es que los no-catalanes no tenemos derecho a opinar sobre cosas que nos afecten de la independencia de Cataluña?.
Si yo fuese catalán, exigiría a mis líderes independentistas que me aclarasen estas cosas mucho antes de pedirme el voto sobre una independencia, y que por supuesto, me hiciesen una aproximación sobre lo que me va a suponer fiscalmente esta historia. ¿Soy acaso uno de los pocos a quienes les gusta conocer las reglas de juego antes de empezar una partida?.
Y todo esto va en relación con algunas informaciones que nos han contado que algunos líderes independentistas han afirmado que Cataluña independiente no tendría que asumir casi ninguna deuda del Estado Español. En ese caso, ¿Por qué no tendríamos derecho los españoles para manifestar si queremos que Cataluña abandone España sin pagar su parte de la ronda?. En ese caso, la independencia nos afectaría muy directa y gravemente. Mola mucho eso de decir, pues hala ahí os dejo….pagad vosotros la cuenta cuando venga el camarero….
El reparto de infinidad de cosas también abre la puerta a diversas posibilidades similares como la deuda: Desde infraestructuras estratégicas en las que todos los españoles hemos contribuido en Cataluña, por ejemplo el puerto de Barcelona (los manchegos hemos invertido en ese puerto con nuestros impuestos tanto como los barceloneses), a los edificios de titularidad estatal: delegaciones de gobierno, cuarteles del Ejército, Guardia Civil, etc.
Se me ocurren demasiados cordones umbilicales que hay que cortar, pero que se puede hacer, siempre y cuando hagamos las cosas con sentido común, y con un plan que en la actualidad no está ni dibujado. Y no lo está por dos razones: Una es que la sociedad no exige a sus representantes que elaboren ese plan, es mucho más fácil vivir con un espejismo delante e imaginándonos un futuro que probablemente no sea real; y Dos es que la casta política vive tan feliz así, limitándose a emitir eslóganes y consignas que la muchedumbre traga alegremente…
Otra cuestión que se me antoja muy peliaguda es quien será catalán tras una independencia; o más bien ¿quién tendría derecho a serlo?. Supongo que todos los empadronados en Cataluña tendrían derecho a decidir si cambian o no de nacionalidad, ¿incluyendo a los nacidos fuera de la UE, que tendrían que acreditar una cierta permanencia en el territorio?; pero y ¿los nacidos en Cataluña y que por los motivos que sean viven en otros lugares?; ¿Y los hijos o los padres o los primos de éstos?. A lo mejor es que yo no me he enterado, pero nadie parece haber aclarado estas cosas que me parecen básicas.
Pero aún podemos ir más lejos, pues ha habido quienes han dicho que si se obtiene la nacionalidad catalana, se mantiene la española y así siguen siendo europeos. Esto es el colmo de la desfachatez. Supongo que ahí incluso los más acérrimos catalanistas nos podrán permitir a estos aldeanos y retrasados españoles que decidamos cuál será el marco de relación de nuestra carpetovetónica España con el estado catalán y eso incluye la posibilidad de acuerdos de doble nacionalidad, etc… Quizá muchos españoles optásemos porque cada país siga su camino…
Pero mis dudas no terminan aquí….aún tengo muchas. Desde el censo de un eventual referéndum catalán. Pues no veo claro por qué en él puede votar mi amigo Ibrahim que lleva viviendo 6 meses en Gerona; y sin embargo, mi compañero Carles (con 8 o más apellidos catalanes y nacido en Barcelona) que por motivos de trabajo lleva viviendo 2 años fuera de Cataluña no puede. Tampoco veo claro cómo se puede desarrollar un país en el que más o menos la mitad de su población no estará de acuerdo con su existencia y puede ser que opten por mantener una nacionalidad extranjera. Por fortuna el PP de M. Rajoy ha vaciado la hucha de las pensiones y así ya hay una cosas menos que repartir y sobre la que discutir (no hay mal que por bien no venga).
No sé, así podría seguir mucho más rato aún; pero el caso es que finalmente hablamos de esto y no de que la familia Pujol sigue en la calle; ni de que los del 3% ahora se han envuelto en una bandera gracias a las que se les perdonan sus crímenes etc, etc, etc…. Amigos catalanes, veo vuestro futuro tan negro como el del resto de españoles…. Nos gobierna una casta ajena a nuestros menesteres, y nosotros les alimentamos alegre y despreocupadamente….
Pues nada, pues eso….. sigamos poniendo el carro delante de los bueyes…