La provincia de Toledo parece que está de dulce en los últimos días y es que en apenas cuatro días, hemos presenciado dos indultos en plazas diferentes. Primero fue Madridejos con Murga de la ganadería de Victorino Martín en Madridejos y en la tarde de ayer ha sido Bargas con Joyero de Conde de Mayalde. Bien es verdad que el primero de los indultos no se pudo producir finalmente por el reglamento, pero el del día de hoy, tiene toda la pinta de que será efectivo y que el toro regresará a la Finca del Castañar.
Dejando al lado el indulto que ha cosechado David Mora en el cuarto de la tarde al número 46 de nombre Joyero de la ganadería de Conde de Mayalde, cabe destacar y el gran encierro que ha lidiado la ganadería toledana en la plaza de toros de Bargas. Astados más que bien presentados, serios, con buenas hechuras y en puntas.
Abrió la tarde el posterior protagonista de ella, David Mora. El primero bien presentado y aplaudido de salida por el público. Una faena donde notamos un David Mora algo desganado en ella y que no cogió vuelos ningunos en los tendidos. Mató con estocada caída y fue ovacionado.
El plato fuerte de la tarde y el plato fuerte de David, parecía que se lo había dejado para el segundo de su lote, que hacía de cuarto de la corrida. Por la puerta de toriles salía al ruedo con el número 46, Joyero. Un toro negro, armónico y precioso de hechuras,
Vistosidad
Poco tardó en verse -en las primeras tandas- la calidad que poseía el animal en la embestida de la muleta del toledano. Un animal al que se hartó a torear David Mora y que a estas horas podría seguir toreando, ya que el animal no abrió la boca en el momento. Un astado en el que si se le debe de poner un pero, debe de ponérsele en el tercio de varas, donde le faltó bravura.
David toreó al toro con vistosidad y con mucha suavidad en su muleta. Una faena de torería pura donde se vio entregado al toledano al 100%. Faena compuesta por ambos pitones del animal y con pases de bella factura. Cuando se disponía a entrar a matar, comenzaron a asomarse los primeros pañuelos desde los tendidos, pidiendo el indulto del animal.
Un indulto que tardó algo en llegar tras la no conformidad de la presidencia hasta ese momento. David le siguió toreando con temple en la muleta y la petición de indulto fue a más, hasta que se acabó asomando el pañuelo naranja por la barandilla de la presidencia.
Juan del Álamo cuajó una faena notable al primero de su lote, al que acabó desorejando. Otro buen toro en la muleta al que le faltó algo de fuerza, para que hubiera sido un toro más completo. El salmantino cuajó una faena al natural y le bajó en todo momento la muleta al suelo, donde este acudió en todo momento.
Pases de pecho
La faena cogió vuelos en los tendidos y remató esta con varios pases de pecho. Mató con una estocada algo descolgada tras aviso y cortó las dos orejas. El toro fue aplaudido en el arrastre.
Con el segundo de su lote que hacía de quinto de la tarde y con el indulto muy reciente, de poco sirvió el esfuerzo que realizó Juan del Álamo que quedó en vano y con una ovación con saludos. Un animal más vasto y con una embestida mucho más brusca en la muleta, donde desarmó en varias ocasiones la muleta al salmantino. Con el quinto de la tarde volvieron las gotas de lluvia, mientras que Del Álamo mataba con una estocada arriba para saludar posteriormente.
Jesús Enrique Colombo, proyección para no parar y un animal con los aceros. Con el primero de su lote estuvo francamente bien con la capa donde se estiró a la verónica. Cuajando posteriormente un gran tercio de banderillas. Faena meritoria, nada fácil por la condición de la embestida del animal. Realizó esta al natural y mató con un estocadón que ya sólo valía mínimamente una oreja, que finalmente acabaron siendo dos y asegurando la puerta grande.
El sexto de la tarde y último de ésta, también escuchó palmas de salida. Una faena que no cogió vuelos entre el venezolano y el público, pero donde dejó nuevamente el rifle que tiene con la espada.
