Lo del mantenimiento de la Playa de los Arenales vivió en la última sesión plenaria del Ayuntamiento de Talavera su penúltimo episodio.
El concejal de Medio Ambiente, Florencio Gutiérrez, respondió a la pregunta planteada por el PSOE en el Pleno anterior (28 febrero) sobre la denuncia del contrato de mantenimiento de la playa suscrito con la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) y tras airearse días antes un posible encubrimiento en los Presupuestos de 2019 del coste de ese mantenimiento a través de una partida de zonas verdes.
Sin embargo, las explicaciones del edil dinamitaron todo lo dicho y escrito sobre el asunto al indicar que “si el ayuntamiento quiere se cierra la playa y el coste es cero”.
Imperativos del contrato con la CHT
Y así, de un plumazo, Gutiérrez, que tras anegarse antes de su inauguración rebautizó la playa como “zona de paseo”, dejó sin efecto la cláusula séptima de ese convenio suscrito en 2015 entre el Ayuntamiento y la CHT por la que se establecía la obligación del primero de hacerse cargo del mantenimiento y conservación de la Playa de los Arenales por un periodo de 75 años.
Y de paso dejó también baldías e inútiles las dos tentativas del alcalde de Talavera Jaime Ramos, en abril y octubre de 2018, de convencer a los dirigentes de la CHT para que dejasen sin efecto esa obligación crematística, calificada por el propio regidor como “inasumible”, porque “no tiene ningún sentido invertir ni un solo euro” en un espacio que se planteó para el aprovechamiento y el ocio pero que “no se utiliza y se deteriora cada vez que hay una crecida”, dijo. A no ser que, precisamente, en esa última visita a la sede del ente en Madrid se lograse ese objetivo y hasta este jueves nada hayamos sabido al respecto.
Partida “camuflada”
Así las cosas, la partida “camuflada” de la que hablaba el PSOE la dio ‘validez’ el responsable de Medio Ambiente al señalar que las dos hectáreas que comprende la Playa de los Arenales se contemplan como “un parque más de la ciudad”.
Florencio Gutiérrez desveló que la licitación del contrato anual para este año, cuyo precio de salida superaba los 49.000 euros, se adjudicó por algo más de 37.000, y que comprende la limpieza de la playa en sí, la del polígono PP6 -“que se lleva más del 50 por ciento del contrato”-, el paseo de bicicletas y el mantenimiento del arbolado en superficie de toda la zona.
Es más, cifró en “a lo sumo 16.000 euros” el desembolso que anualmente hay que hacer en la Playa de los Arenales en cuanto a limpieza, desbroce y reposición, salvo que se anegue y haya que echar más arena, lo que sí incrementa el coste. Una cantidad alejada de los 30.000 ó 35.000 euros anuales siempre dichos y publicados y, por otra parte, “inasumibles”, que han generado ríos de tinta en los medios de comunicación de la ciudad desde que se inauguró solaz espacio infrautilizado.
Parque con proyección
Precisamente esa infrautilización cobró protagonismo en la respuesta del concejal de Medio Ambiente ya que afirmó que esa zona es una de las de “mayor proyección” de la ciudad y que puede resultar “muy dinamizadora”.
Así, remarcó que es el Ayuntamiento quien “autoriza y desautoriza” cualquier evento que pueda organizarse en la playa y que han existido propuestas en este sentido.
Conciertos, cine al aire libre, representaciones teatrales o voleibol serían algunos de esos eventos que darían utilidad al parque, a la playa.
Por último, Gutiérrez quiso recordar que la idea de la playa surgió al limpiar el canal de piragüismo y ver el aprovechamiento que se le podría dar a una isla de dominio público hidráulico dependiente de la Comisaría de Aguas.
Ahí se gestó la Playa de los Arenales con su muro, cerramiento, duchas, lavapiés, sombrillas y camino de rastreles de madera sin reparar, como habían avisado colectivos ecologistas de la ciudad, en que las lluvias propiciarían crecidas que la anegarían periódicamente y sin remedio.
