El Gobierno de Castilla-La Mancha ha publicado la Estrategia de Seguridad del Paciente 2019-2023 como requisito indispensable para la buena gestión de los servicios sanitarios con el objetivo de disminuir costes y evitar la aparición de errores.
Así lo ha manifestado este lunes el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, quien ha explicado que esta estrategia, publicada a través de la Dirección General de Calidad y Humanización en la Asistencia Sanitaria, debe ser “un requisito indispensable”.
Fernández ha explicado que la atención sanitaria actual en los países desarrollados “ha supuesto un importante beneficio para los pacientes por su mayor efectividad”, pero ha alertado de que este hecho, unido al cambio de las características de los pacientes con una edad avanzada, hace que la asistencia sanitaria conlleve “un mayor riesgo y mayor probabilidad de ocasionar daño al paciente”.
Mejora de la seguridad del paciente
“En estos momentos en los que existen múltiples foros en los que se trata la sostenibilidad de los sistemas sanitarios, la seguridad del paciente es un apartado a tener muy presente”, ha valorado Fernández, quien ha añadido que hace años que la preocupación de la mejora de la seguridad del paciente se está incorporando a la práctica sanitaria.
Con las unidades de gestión de riesgos la Junta pretende mejorar “la cultura de la seguridad del paciente”, ha afirmado el consejero, quien ha puesto en valor la necesidad de comunicar los errores para estudiarlos y proponer medidas que disminuyan la probabilidad de su aparición.
Fernández ha recordado que en Castilla-La Mancha se han propuesto medidas de gestión de la seguridad del paciente como son el plan estratégico 2009-2012, la creación de la Red de Expertos y Profesionales del año 2017 o la actual Estrategia de Seguridad del Paciente 2019-2023.
