Cuando todavía nos estamos recuperando de la resaca electoral de cuatro elecciones en un muy corto espacio de tiempo, las organizaciones políticas ya estamos analizando, debatiendo y concluyendo del porqué de los resultados que hemos obtenido.
Al menos, en Izquierda Unida ya hemos empezado procesos internos para evaluar estos resultados y poder concretar cuál es el panorama político y social que tenemos y que nos viene en la provincia de Toledo.
Estos resultados manifiestan que Izquierda Unida mantiene una representatividad importante en los municipios de la provincia de Toledo. Aunque estos no sean los esperados por Izquierda Unida, ya que aspirábamos a ampliar el espacio de representación institucional que obtuvimos en 2015.
Esta posición apreciable en los consistorios de la organización que represento, viene dada del trabajo militante y comprometido de la gente de Izquierda Unida en cada uno de los pueblos y ciudades donde presentamos candidatura. Unas candidaturas que a la vez, presentan un proyecto humano y político cercano, útil y coherente para los vecinos y vecinas. De hecho, estoy convencido que esa cercanía y coherencia en el desarrollo de nuestra actividad política es la que nos garantiza históricamente, nuestra fuerza municipalista.
¿Por qué entonces no se ha mantenido un crecimiento continuado desde 2015? Pues para eso ya estamos en proceso de debate y análisis para encontrar respuestas, pero con total seguridad puedo afirmar que ni el programa e ideario político, y mucho menos, la afiliación y simpatizantes de Izquierda Unida tienen algo que ver. Todo lo contrario, quiero pensar que si mantenemos esa posición de fuerza municipal es en gran medida por estas razones.
Otra cosa, es el por qué no conseguimos que nuestra propuesta cale y sea asumida por la ciudadanía. Ahí reconozco que está una gran parte de las causas de no seguir creciendo.
Por eso, es absolutamente necesario ampliar nuestra presencia en los conflictos sociales, en las calles, en los centros de trabajo, etc. ya que los medios de comunicación de gran repercusión son administrados precisamente por los poderes económicos afines a nuestros rivales políticos, además de ser contrarios a nuestras propuestas y alternativas. Por lo tanto, no podemos contar con estos medios de comunicación para que en igual condición sean fuente de información política imparcial. Independientemente del trabajo de los y las periodistas, que es en la mayoría de los casos; acertado y profesional.
Por otra parte, mucho se ha hablado de que la confluencia electoral con Podemos pudiera haber generado un rechazo en el electorado por las incongruencias que este socio ha venido manifestando en Castilla-La Mancha, así como por otras razones menos políticas y más cercanas a los enfrentamientos personales y de disputas internas.
Efectivamente, estas situaciones no creo que hayan beneficiado en absoluto al resultado final, pero mi forma de entender las organizaciones, es que estas no son sus direcciones, sino su militancia. Por lo tanto creo de manera convencida que las bases de Podemos sí que son merecedoras de conformar un amplio sujeto político, junto con Izquierda Unida y otras organizaciones políticas y sociales que aspiren a la transformación de la sociedad para crear otra más justa, igualitaria y solidaria.
Y así lo he podido comprobar en la campaña electoral para las elecciones autonómicas y municipales; especialmente en esta última.
Bien es cierto, que esta relación con Podemos a nivel local ha sido escasa por su baja implantación organizativa municipal, pero en esos pocos casos que se ha dado el trabajo conjunto entre las bases de Izquierda Unida y Podemos; ha sido para bien.
Por eso me reafirmo en la defensa de la Unidad Popular como herramienta del cambio. De la Unidad Popular de las bases de la Izquierda a la izquierda del PSOE como fuerza alteradora del régimen establecido, así como del trabajo diario y constante, manteniendo la coherencia que nos caracteriza a Izquierda Unida.
Por eso, después de la vorágine viene el trabajo. Más trabajo desde la Izquierda para la mayoría social, para la Clase Trabajadora.
Ese es mi compromiso y el de Izquierda Unida: Más trabajo.
Mario García es coordinador provincial de IU