En su toma de posesión como presidente de la Diputación de Toledo, Álvaro Gutiérrez ha recordado el camino marcado por los ciudadanos el pasado 26 de mayo al optar “con claridad por el proyecto del Partido Socialista para dirigir la gestión de la Diputación de Toledo los próximos cuatro años”.
Un apoyo mayoritario que el reelegido presidente agradece y recibe “con humildad y como refrendo a las políticas de apoyo decidido a los municipios y al carácter eminentemente social de nuestra acción política”.
Por ello, se ha comprometido a “seguir siendo un Gobierno que atenderá las necesidades reales de las personas, que estará al lado de los ayuntamientos apoyándoles para desarrollar sus competencias, que prestará más y mejores servicios y que mantendrá la buena gestión económica”.
Un gobierno, según Gutiérrez, seguirá yendo de la mano de los sectores económicos y sociales y del resto de las administraciones, de los ayuntamientos y de la Junta de Comunidades, agradeciendo a su presidente Emiliano García-Page, presente en el acto de investidura, el haberle permitido “compartir ese anhelo de justicia social y esas políticas conjuntas en beneficio de la sociedad”.
Asimismo, el presidente provincial aseguró tener “la mano tendida a los grupos políticos representados en la nueva corporación provincial, para que el acuerdo, el diálogo y el consenso vuelvan a definir la legislatura que hoy comienza”.
En este sentido, expuso que “por encima de mayorías está el bienestar de la gente”, asegurando que quiere que “la palabra, el respeto y el sano y constructivo debate, guiado por la defensa de los intereses de los hombres y mujeres de esta tierra, presida los plenos y engrandezcan esta Institución que resulta vital para los pueblos de nuestra provincia”.
También afirmó que el nuevo equipo de Gobierno de, “formado por hombres y mujeres preparados, ilusionados y comprometidos”, inicia la que será la XI Legislatura de la Diputación de Toledo “con un reto, un desvelo, una petición y una reivindicación. El reto de luchar con la el paro y la despoblación, el desvelo de conseguir la redistribución de la riqueza en la provincia, la petición al Gobierno de que vuelva a financiar los planes provinciales de obras y servicios de las diputaciones, y la reivindicación de la elección directa del presidente de la Diputación y de los diputados y diputadas provinciales”.
Ese va a ser, aseguraba, su afán como presidente de la Diputación de Toledo en los próximos cuatro años, finalizando su intervención tomando prestadas las palabras de Alfredo Pérez Rubalcaba para destacar “que ahora lo que toca es trabajar, trabajar y después trabajar”.
En el acto de investidura de Álvaro Gutiérrez estuvieron presentes, entre otros, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; el presidente de las Cortes regionales, Pablo Bellido, el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz-Molina; la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, y el ex presidente de la Diputación José Manuel Tofiño.
