Quizá la única actuación de calado del anterior Gobierno Municipal encabezado por Jaime Ramos, la ‘Ruta de los Murales’, sigue acaparando titulares de prensa más allá de la inauguración y foto de rigor.
Precisamente el único que no fue inaugurado con pompa y boato y de los más valorados por la opinión pública, el de las Mondas del ceramista Carlos Garrido instalado en la calle Adalid Meneses, cerca de los Juzgados, ha vuelto a peder más azulejos. Entre los que se han caído y los se han retirado para evitar su desprendimiento, unos quince ya. Los últimos, esta misma semana.
Otros casos de murales en mal estado
No es el único, ya que los colocados en la Plaza de San Miguel o el de Alfares, en la calle Cerrillo de San Roque y sufragado por un farmacia, también presentan problemas al haber sido “instalados de forma defectuosa”, como ha asegurado hoy la portavoz del Ejecutivo Municipal, Flora Bellón. En el caso del primero hubo que retirar varios de esos azulejos ante el peligro de desprendimiento.
A ellos hay que añadir el otro dedicado a las Mondas que se instaló finalmente en las escaleras de acceso a la iglesia de Santa Catalina desde la Ronda del Cañillo y junto al Museo Etnográfico cuya grieta de aproximadamente dos metros desmerece igualmente el esfuerzo del ceramista que lo creó, Antonio García Cerro.
El cubista
El caso más sangrante curiosamente se encuentra en perfecto estado. Es el ubicado junto al IES Ribera del Tajo y conocido como ‘el mural de los siete errores’ o ‘mural de los horrores’. Son más de siete los azulejos que fueron mal colocados por las prisas, las falta de personal y la urgencia de una nueva inauguración.
Para Bellón todos estos casos representan “otro ejemplo más de que las prisas no son buenas”, lamentando que haya piezas que se ahuecan, marcos que no encajan o azulejos que se desprenden, se rompen y cuya reposición exacta es imposible..
Buscar de una solución definitiva
Ante este problema, el Gobierno local ha acordado reunirse en las próximas semanas con ceramistas y la empresa instaladora y “ver qué fórmula vamos a abordar para solucionar la situación de una vez por todas”.
En este sentido, la portavoz ha indicado que se necesita conocer la opinión profesional y técnica de los agentes que han participado y saber si el problema del mural de la calle Adalid Meneses es de adherencia, del marco de forja que recoge los murales o si hay necesidad de poner algún tipo de protección.
Para la portavoz, el hecho es de capital importancia debido a que “los murales han costado mucho dinero al Ayuntamiento, más de 200.000 euros, de momento”, en instalación y conservación de los mismos.
Y es que incluso en los convenios realizados en casos de edificaciones privadas el Consistorio (en el mandato del Gobierno anterior) también se comprometió en las labores de conservación y mantenimiento.
Por ello, Bellón ha lamentado igualmente que el anterior Ejecutivo hiciera una inversión tan grande y “ni siquiera se hicieran las cosas bien”, solo “con el objetivo de hacerse la foto y salir junto a un mural”.
Un desatino de ruta
La ‘Ruta de los Murales’ se vendió como un gran proyecto del anterior Gobierno talaverano pese a que la idea partió de la Asociación de Vecinos San Jerónimo, tras ese primer mural de los Pescadores.
Defender y mostrar la cerámica de Talavera de la Reina a través de grandes murales costumbristas por las calles de la ciudad era una gran idea que requería del un estudio previo y de la intervención de un urbanista que planificase las ubicaciones más idóneas y ordenadas de esa ruta que se fue forjando de forma improvisada.
Asimismo, requería confeccionar los habituales dípticos o trípticos para que vecinos y turistas pudieran seguir un itinerario que les llevase de paso por los puntos patrimoniales más importantes de la Ciudad de la Cerámica.
Sin embargo, este proyecto tornó a una exaltación grotesca de vanidad donde en la mayoría de los casos el mecenazgo incluye la inmortalidad en barro cercana, mientras la instalación concienzuda pasó a un segundo plano por mor de primar las urgencias políticas.