El Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera ha incorporado a su cartera de servicios una nueva técnica para el tratamiento de hemorroides mediante radiofrecuencia, denominada ‘Rafaelo’, con la que 20 pacientes han sido intervenidos desde que se puso en marcha.
Las ventajas de este procedimiento son una menor agresión quirúrgica, escaso o ausente dolor postoperatorio, un índice de complicaciones bajo y que no precisa curas ni baja laboral, tal y como explica la doctora Teresa Calderón, jefa de la sección de Coloproctología del servicio de Cirugía de Talavera. La técnica puede suponer una alternativa óptima para algunos pacientes con patología hemorroidal y síntoma predominante de sangrado.
Se trata de una terapia quirúrgica no exerética, menos invasiva que las empleadas hasta ahora, para hemorroides internas hasta grado III que permiten el tratamiento completo de todos los paquetes hemorroidales en el mismo procedimiento. Con el sistema de ablación mediante radiofrecuencia (Rafaelo), se realiza una intervención a nivel ambulatorio, generalmente de corta duración, con sedación ligera por anestesia local, lo que reduce el dolor post operatorio a niveles cercanos a cero en la Escala Analógica Visual (EVA).
Uno de los trastornos más prevalentes
Las hemorroides son componentes fisiológicos del canal anal que en condiciones habituales contribuyen a la continencia fecal, favoreciendo el hermetismo del ano. Es la patología proctológica más frecuente, uno de los trastornos más prevalentes de la población en general y se considera una de las causas más comunes de rectorragia valorada en Atención Primaria.
En función del pedículo vascular que esté dilatado, generalmente se clasifican en externas e internas, (hemorroidal externo o interno) y estas últimas en distintos grados, según la protusión que presentan a través del ano.
El tratamiento inicial de los síntomas hemorroidales consiste en medidas generales conservadoras (higiénico-dietéticas y de estilo de vida), dirigidas principalmente a combatir el estreñimiento y disminuir los síntomas locales. Además, en caso de prolapso o trombosis hemorroidal, los baños de asiento con agua fresca, la toma de analgésicos, antiinflamatorios, venotónicos y el tratamiento con pomadas de corticoides y anestésicos permite el control del problema agudo.
Entre los tratamientos más habituales de las hemorroides internas, que sangran pero que no protuyen a través del ano (grados I y II), destacan la ligadura con banda y la esclerosis con etoxiesclerol o aceite de almendras, mientras que en los grados III y IV, con exteriorización, y en las hemorroides con componente externo importante, las alternativas de tratamiento son las cirugías convencionales como la intervención de ‘Milligan Morgan’, o de ‘Ferguson’.
Dolor intenso
Estas técnicas, aunque consideradas tratamientos prácticamente definitivos, presentan como principal inconveniente el dolor intenso en el postoperatorio, que se prolonga durante al menos 15 días, a pesar de tratamiento analgésico intensivo, así como un 4,2 por ciento de riesgo de hemorragia postoperatoria.
Otras técnicas novedosas pero menos extendidas al haber presentado diversos problemas, como sangrado y dolor intenso, son la hemorroidopexia grapada (Longo) y la desarterialización hemorroidal guiada por doppler (THD).
Asimismo, los tratamientos con bandas elásticas y agentes esclerosantes, para los grupos I, II y III, también son efectivos aunque habitualmente no permiten un tratamiento integral de todos los paquetes hemorroidales en una misma sesión, y el porcentaje de recurrencia a largo plazo es alto.
El sistema ‘Rafaelo’
Sin embargo, con el sistema ‘Rafaelo’, el paciente puede operarse en régimen de cirugía mayor ambulatoria (UCSI), estando el alta condicionada al tipo de anestesia aplicada. La doctora Calderón señala que para su realización se usa sedación asociada a la anestesia local que se infiltra durante el procedimiento, o locorregional.
En este sentido, la especialista apunta que son raras otras complicaciones como el sangrado, y tan sólo existe una exudación inicial. La necesidad de baja laboral es prácticamente inexistente y la recurrencia a los dos años, inferior al 3 por ciento.
Los resultados de los veinte pacientes que han sido intervenidos en el Hospital General Universitario de Talavera han sido excelentes, tanto en cuanto a evolución en el postoperatorio inmediato (dolor, sangrado y reincorporación a su actividad habitual), como en el seguimiento a medio plazo.