Lo peor que puede tener un gobierno es una oposición penosa que no ejerza de verdad, con eficacia y responsabilidad, su obligación de control y de apoyo a la gobernabilidad y al bien común de los ciudadanos.
Podría referirme a la oposición del PP en el gobierno nacional, que se ha atrincherado en el insulto y en la demagogia y que solo pretende dañar sin aportar nada positivo ni al debate ni a la solución de los problemas.
Pero me refiero, sin embargo, a la oposición en nuestra ciudad, Talavera, que es de las peores que se recuerdan con diferencia. Aunque reconozco que hay honrosas excepciones entre los concejales.
Lo único que han puesto sobre la mesa han sido unos azulejos que no se han repuesto en unos maceteros, el itinerario de una cabalgata de reyes, exigir que se haga lo que ellos anunciaron hace años y no hicieron y alguna nadería más sin sentido alguno.
Sin olvidar que además se han dedicado a culpar a otros de su pésima gestión, como con los milloncitos que nos va a costar su arrogancia con los planes de empleo. Y todo con el máximo responsable de aquellas tropelías sentado en el pleno, disimulando y mirando para otro lado.
Una mala oposición puede hacer que un buen gobierno ralentice su acción y se acomode demasiado. Si no hay nadie que exija con razonamientos, datos y trabajo, que el gobierno actúe en interés general y esté dispuesto a apoyar lo que sea necesario en beneficio de la ciudad, estará dejando de hacer su trabajo y además favoreciendo que el gobierno deje de hacer el suyo.
De los tres grupos políticos que hay en la oposición, uno ha dejado tantos pelos en la gatera que le da vergüenza dar la cara. Creo que deberían prescindir del lastre que supone tener a dos espectros del pasado entre sus filas que deslegitiman toda su labor.
El grupo de la ultra derecha se preocupa más de sus veleidades ideológicas que impiden declaraciones en favor de la mujer, que de ver cuáles son los problemas reales de los ciudadanos y plantear soluciones y acciones serias.
El grupo de Ciudadanos está dividido entre los que quieren retornar a su casa del PP y quienes dan muestras de seriedad y no dudan en defender los aciertos del gobierno, dando ejemplo de responsabilidad y seriedad.
Solo cabe esperar y desear que el gobierno no use la desidia y la ineptitud de la oposición para dormirse en los laureles. Estoy seguro de que la alcaldesa no lo permitirá.