En una época como el siglo XXI en que nos hemos acostumbrado a recibir la información antes de que se compruebe de manera segura y cierta, estas últimas semanas están siendo de lo más preocupantes debido a la cantidad de desinformación que está llegando a la mayoría de la población.
A veces es sencillo: basta con pedir seguridad, responsabilidad y cierto sentimiento de solidaridad. Pero no es tan sencillo, porque siempre habrá una persona o un colectivo que piense: “sí, pero mi caso es diferente”, hasta convertir seguridad, responsabilidad y solidaridad en palabras huecas.
Agricultores y ganaderos, pequeños agricultores y ganaderos, que son mayoría en Castilla-La Mancha, llevan días llamando a la UPA, a nuestros técnicos y técnicas que operan desde casa dentro de las posibilidades que nos ofrece el siglo XXI para informarse, con preocupación, con responsabilidad. Preguntas como: “¿Puedo salir de casa a podar? ¿A regar? ¿Puedo llevar en mi furgoneta de ocho personas a dos detrás, bien separados? ¿Puede llevarme mi hijo porque yo estoy mayor para ir con la furgoneta?”, y así un sinfín de preguntas similares.
A simple vista podríamos decirles a todos: quedaos en casa, lo primero es la salud personal y colectiva. Es el pensamiento que viene a la cabeza de cualquiera pero cuando hablamos de agricultores y ganaderos hablamos de las personas que se encargan de la alimentación de todos nosotros. Hemos visto en muchos foros como los más descuidados pelean (verbalmente y a través de redes) sobre la importancia mayor o menor de diversos colectivos.
¿Acaso una sociedad moderna, avanzada y solidaria como la española necesita recordar lo importantes que son todos y cada uno de los miembros de su propia sociedad? Así es como lo vemos en UPA, y esta misma responsabilidad y solidaridad nos hace comportarnos como tal, exigiendo a nuestros agricultores y ganaderos a que cumplan a rajatabla las normas (no nos engañemos, no es como saltarse un semáforo en rojo a las tres de la mañana cuando no viene nadie por la calle, no). Las mismas normas que permiten a estos trabajadores (aunque sean autónomos en su mayor parte), cuidar de productos de primera necesidad de hoy, y de futuras cosechas.
Es la autoridad quien debe indicar esos detalles que, a veces se nos escapan: para esto están los técnicos del Ministerio, de la Junta, de las organizaciones agrarias; no los mensajes rápidos malintencionados.
Si tienes dudas sobre si ir o no ir al trabajo, sobre cómo llevar a tus trabajadores a la explotación, si tienes dudas sobre tus seguros agrarios, la PAC o cualquier otra duda que durante estos días pueden surgir, contacta con quien siempre sueles hacerlo.
La sociedad entera, castellano-manchega y española en su conjunto, ya mostró su comprensión, cercanía y complicidad con los agricultores y ganaderos al límite, unas reivindicaciones que no se han parado, se han quedado en cuarentena.
Mientras, la sociedad sigue siendo cómplice de agricultores y ganaderos, y estos siguen ofreciendo a la sociedad las máximas condiciones de seguridad alimentaria. Pequeños agricultores y ganaderos que somos todos, eres tú, porque Castilla-La Mancha lo representan 919 pueblos en su mayoría dependientes del sector social, cultural y económico más importante de la región.
Julián Morcillo Carrizo es el secretario general de UPA Castilla-La Mancha