Este fatídico viernes, 18 de diciembre, el Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera y buena parte de la sociedad talaverana están de riguroso y consternado luto por el fallecimiento por Covid del prestigioso y apreciado pediatra Federico Domínguez Santurino.
Un excelente profesional, el primer sanitario fallecido por coronavirus en el centro hospitalario talaverano, que deja imborrable huella no sólo entre sus compañeros en el hospital y en el Servicio de Pediatría, sino también entre muchísimas familias talaveranas que han disfrutado durante años de la amabilidad, humanidad y profesionalidad del querido y ya inolvidable doctor Domínguez.
Desde este digital nos unimos al inmenso dolor de su esposa María Luisa Barroso Hervas, al frente del Servicio de Higiene de los Alimentos del Instituto de Ciencias de la Salud de Talavera, de sus hijos Fernando y José Luis, así como del resto de familiares.
Las paradojas de la vida han querido que el doctor Federico Domínguez Santurino haya fallecido pocos días antes del nacimiento de su primer nieto, previsto para los próximos días.
Un esperado niño que deseamos sirva de bálsamo vital para toda la familia, ahora literalmente destrozada, y que sin duda se sentirá siempre orgulloso de ese abuelo al que no ha podido conocer, pero que ha ayudado a otros muchísimos niños a estrenarse vitalmente con salud, exquisita atención y plenas garantías.
A él, a su nieto, le cuidará, querrá y guiará desde otra parte. Descanse en paz el doctor Domínguez.
