El Gobierno de Castilla-La Mancha ha acordado presentar un recurso contra el trasvase del Tajo al Segura de octubre de 2020, de 13 hectómetros cúbicos, de ellos una parte para riego.
La portavoz del Ejecutivo castellano-manchego, Blanca Fernández, ha explicado que la decisión se ha tomado en defensa de los intereses de Castilla-La Mancha y de los pueblos ribereños de los pantanos de Entrepeñas y Buendía.
Fernández ha señalado que el Gobierno de Castilla-La Mancha está en desacuerdo con esa derivación porque “en las reglas de explotación del trasvase se aprecian errores y omisiones flagrantes que suponen el incumplimiento directo de la ley”.
Como ejemplo ha señalado la ausencia de un régimen de caudales ecológicos para el Tajo que permitan lograr un buen estado en la salud del río.
Y ya que existen diversas sentencias en ese sentido, ha añadido que lo que quieren es que se cumplan, y con este recurso se pone de manifiesto que hay sentencias que no se cumplen pese a que son firmes.
Además, los trasvases impiden mantener una lámina de agua estable en los embalses de cabecera, con lo que se conculcan los derechos de la cuenca cedente.
Trasvase poco transparente
Este trasvase, ha indicado la consejera portavoz, se hizo con falta de transparencia, porque los datos de los volúmenes embalsados y de evaporación se tomaron con medidas incorrectas, puesto que las mediciones se tomaron aguas abajo en los embalses de Bolarque y La Bujeda, con lo que los datos no se corresponden con el estado real de los embalses de cabecera, Entrepeñas y Buendía.
Por tanto, ha resumido Fernández, el recurso “se basa en la defensa de los intereses de Castilla-La Mancha y los pueblos ribereños, en la falta de transparencia y la mala medición de datos, y en el incumplimiento reiterado de los caudales ecológicos que son esenciales para la supervivencia del río Tajo”.
