El gerente del Consorcio de la Ciudad de Toledo, Jesús Corroto, ha dado a conocer, en la Comisión Ejecutiva de la entidad, el Plan de Rehabilitación Colaborativa 2030 con el objetivo de restaurar 200 viviendas en el Casco Histórico para atender así la demanda real de nuevos residentes. Un Plan, como ha detallado Corroto, cuenta con tres líneas de actuación.
La primera de ellas, tiene como objetivo fijar población en el Casco Histórico, es decir, afianzar y colaborar con los residentes del barrio antiguo para mejorar las condiciones de habitabilidad de sus propiedades. Para ello, desde el Consorcio se trabaja ya en la redacción de las bases que regirán las próximas convocatorias de ayudas a la rehabilitación de vivienda y edificios de uso residencial.
El gerente de la institución también ha dado a conocer que una segunda línea del Plan de Rehabilitación Colaborativa 2030 se centrará en la recuperación de grandes edificios para uso residencial. Así, el Programa Coopera tiene como fin la creación de viviendas con proyectos dirigidos desde el Consorcio como herramienta con dos décadas de experiencia en la rehabilitación y mejora de espacios residenciales en el barrio antiguo.
Bolsa de vivienda
En este sentido, Jesús Corroto ha puesto como ejemplo a un supuesto propietario con un edificio de ocho viviendas; el Consorcio actuaría como instrumento de rehabilitación conforme a unas bases reguladoras específicas que contemplarían la tasación del inmueble, cuyo importe se traducirá en viviendas finalistas para el propietario, y el resto se destinarían a una bolsa de vivienda en régimen de alquiler o venta para hacer frente a la demanda real de vivienda en el Casco Histórico.
La tercera vía del Plan, como ha avanzado el gerente, cuenta con la complicidad de las entidades consorciadas, como son el Gobierno de España, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Toledo, y apuesta por poner a disposición de residentes de temporada o larga estancia edificios que son propiedades públicas, cerradas y sin uso bajo la fórmula de residencia de estudiantes, de investigadores o para trabajadores digitales.
“Como ven, esta tercera línea de edificios en desuso de las entidades consorciadas se destinarían a vivienda temporal y residencial, para personas que pasan temporadas en la ciudad, es decir, convertir en residencias grandes edificios”, ha comentado Jesús Corroto.
Además, desde el Consorcio se ha avanzado que el próximo mes de septiembre se dará a conocer la programación con motivo del 20 aniversario, un calendario de actividades que se desarrollará en el último trimestre del año.