La portavoz municipal, Flora Bellón, ha anunciado este jueves que todos los murales de cerámica que se instalen a partir de ahora en Talavera deberán regirse por un convenio en el que las partes asuman obligaciones y responsabilidades.
Asimismo, y por encima de cualquier cláusula, los técnicos municipales deberán supervisar el proyecto y asesorar sobre su colocación, ya sea en espacio público o privado, con el objeto de tener las “máximas garantías”.
Bellón se ha mostrado molesta con los desprendimientos que se han producido en varias de estas obras y en los que el Ayuntamiento de Talavera no puede actuar o tiene que asumir su reparación.
Dos murales que traen de cabeza
Así, ha puesto como ejemplos los murales colocados en la plaza de San Miguel y en la calle San Clemente, este último dedicado a las Mondas.
En cuanto al primero, que va perdiendo azulejos paulatinamente, la portavoz ha lamentado que no existe convenio suscrito con la propiedad de este edificio privado y, por ende, ningún compromiso con el dueño en materia del mantenimiento y conservación.
Incluso, ha apostillado, “si la propiedad quiere podría hasta retirar el mural algo que, por supuesto, este equipo de Gobierno no quiere que ocurra”, y de ahí que se promueva un convenio previo que contemple también este supuesto.
En cuanto a los desprendimientos de azulejos en el mural de la calle San Clemente, en cuya instalación tampoco se tuvo en cuenta a los técnicos municipales ni existe el compromiso que diga quién se ocupa de los desperfectos, finalmente se va a retirar pieza a pieza todo el mural.
Una vez se conozca cuántos y cuáles piezas hay que volver a elaborar, será el ceramista autor de la obra, Carlos Garrido, el que intente asemejar lo más posible los colores de los azulejos primigenios, una tarea nada fácil y que puede requerir varios intentos.
Otros murales con problemas
Cabe apuntar que otro mural de la famosa Ruta de los Murales impulsada por el Gobierno de Jaime Ramos, el ubicado junto al Museo Etnográfico de la ciudad y cuya temática también es la fiesta local de Mondas, presenta una grieta que se detectó a los pocos meses de su colocación.
Y quizá el caso más sangrante de esa vorágine de inauguraciones de la anterior legislatura curiosamente se encuentra en perfecto estado.
Es el ubicado junto al IES Ribera del Tajo y conocido como ‘el mural de los siete errores’ o ‘mural de los horrores’.
Y es que son más de siete los azulejos que fueron mal colocados por las prisas, las falta de personal y la urgencia por una nueva inauguración.