El gran triunfo electoral de las candidaturas localistas en los comicios de Castilla y León han hecho que aquí, por esta Talavera de nuestros pecados, se desempolve ese espíritu independentista que reinó hace treinta años, que hizo nacer a Nosotros Talavera y que parece que estaba aparcado hasta ahora.
Lo ocurrido en la comunidad vecina ha dado alas a la imaginación de las distintas plataformas electorales de este lado del Tajo y parece que acarician la idea de concurrir a las urnas. Allí, en Soria, la formación triunfadora puede presumir de haber trabajado codo con codo veinticinco años con las asociaciones vecinales y colectivos de otra índole.
Lo que significa que los electores tenían conocimiento a ciencia cierta de quienes eran los candidatos y de su forma de actuar y por eso han logrado ese éxito. Algo parecido sucedió en la Ciudad de la Cerámica con Actal. En las primeras elecciones que se presentó este partido obtuvo cuatro concejales, pero es que estaban muy presentes las transformaciones realizadas en la ciudad por su candidato Pablo Tello cuando era alcalde en representación de las siglas socialistas.
Además, en su candidatura llevó gente muy conocida en los distintos círculos de la urbe; algo que le sirvió para conseguir dos ediles cuatro años después y, curiosamente, influir más en el Gobierno municipal que cuando logró cuatro.
Actal ha sido la única candidatura localista capaz de tocar poder, otras que también lo intentaron fracasaron. Tal vez porque enfrente estaban no solo partidos políticos muy fuertes, sino candidatos que lograron mayorías absolutas.
En las primeras elecciones democráticas se presentó un combinado de vecinos, deportistas y empresarios que encabezó Fernando Suárez Grijalba –que luego fue mandamás del CDS- y se estrelló. Un fracaso también cosechó la posterior intentona de Manuel Dégano.
Ahora, en Talavera parece que existen tres candidaturas localistas. Una de ellas escorada a la derecha y las otras dos en esa ala ahora desaparecida a la izquierda del PSOE. Ni qué decir tiene que ninguna de las tres tiene fuerza para competir ni a nivel nacional, ni regional, ni provincial y se duda que lo tengan a nivel local siempre que el PSOE es capaz de mantener su fuerza y si continúa el ascenso de Vox, pues el presumible descenso del PP les podría dar pocos votos.
Eso sí, el triunfo de las formaciones vecinas ha hecho que se vuelva a hablar por aquí del localismo y, de paso, recordar aquellos escritos del añorado Eladio Martínez Montoya cuando su prosa se volvía altiva ante la marcha de la ciudad de la Escuela de Reclutas o el Banco de España, por citar algunos asuntos.
Lo mejor de las plataformas locales talaveranas es que están ya organizadas y lo peor es que tienen que luchar contra auténticos gigantes. Veremos hasta donde llega el desencanto.
