Castilla-La Mancha ha registrado un invierno muy cálido, el cuarto más caluroso de la serie histórica desde 1961, y muy seco o incluso extremadamente seco en algunos puntos, salvo este mes de marzo en que se han registrado precipitaciones, lo que será el preludio de una primavera más cálida de lo normal y con probabilidad de que la precipitación sea normal.
Así lo ha indicado la delegada de la Agencia Estatal de Meteorología en Castilla-La Mancha, Paloma Castro, en una rueda de prensa en la que ha repasado los principales aspectos de la meteorología invernal y ha ofrecido un avance de lo que puede esperarse para la primavera, que empezará a las 16:33 horas del próximo día 20, hasta el 21 de junio, en total, 92 días.
El invierno ha presentado una anomalía de temperatura de 1,7 grados centígrados en la región, con máximas por encima de la curva normal y con una temperatura media de 7,4 grados, pero algunos días incluso han marcado temperaturas más propias de la estación primaveral e incluso el verano, como el 30 de diciembre con 26 grados en Albacete.
Respecto a la precipitación, ha sido escasa, entre el 25 al 50 % respecto a la media en Castilla-La Mancha, salvo del 1 al 15 de marzo, pero en conjunto se considera un invierno muy seco, que ha registrado 42,4 l/m2 , lo que es una cantidad muy pobre que lo lleva a ser el cuarto invierno más seco de la serie histórica desde 1961.
El invierno se ha caracterizado también por el episodio de calima que entre hoy y mañana se irá disipando hasta volver el sábado a la normalidad.
De manera pormenorizada, Castro ha explicado que diciembre fue un mes muy cálido en Castilla-La Mancha , con una temperatura media de 7,9 grados centígrados y una anomalía de 2,2º C, además, se contabiliza una efémeride para Cuenca que registró 22,2 grados el día 31.
Las temperaturas
Enero fue cálido, con una temperatura media en la región de 5,7ºC y una anomalía de 0,8 grados , y el día 1 se registró en Cuenca una temperatura máxima de 23,2 que supuso otra efeméride.
Y febrero volvió a ser muy cálido, con una temperatura media de 8,7º C y una anomalía de la temperatura de +2,3º C, con una máxima de 25,3 grados el día 18 en el embalse de Fuensanta (Albacete).
En cuanto a las precipitaciones, el invierno fue en general muy seco, con una precipitación media en Castilla-La Mancha de 4,4 mm, valor que representa un 30 % del valor medio del trimestre.
Por meses, diciembre fue en la región un mes seco, con una precipitación media de 26,1 mm, valor que representa el 43% del valor de referencia, enero también muy seco, con una precipitación media de 7,4 mm, valor que representa el 18 % del valor de referencia, y febrero en Castilla-La Mancha volvió a ser muy seco, con una precipitación media de 8,9 mm, el 23 % del valor de referencia.
La situación del agua embalsada es del 44 % de la capacidad, y las provincias que peor se encuentran son Guadalajara, Albacete, y más alarmante aún, Ciudad Real, mientas que se “salvan por los pelos” Toledo y Cuenca.
Ciudad Real está al 27 % de agua embalsada y Albacete un 37 %.
Se espera una primavera normal de precipitación, aunque puede que Toledo y Ciudad Real sufran unos meses más secos.
