La Audiencia provincial de Toledo acogerá el próximo martes, 22 de enero, el juicio a un acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa por intentar matar a su esposa de una paliza en el domicilio familiar de la localidad de Ocaña y para el que el fiscal pide 9 años y 11 meses de prisión.
Según el escrito de la Fiscalía, los hechos de los que se le acusa tuvieron lugar entre las últimas horas del 3 de abril de 2017 y las dos de la madrugada del día 4, en la vivienda que la pareja compartía en el municipio toledano desde pocos días antes.
El procesado, natural de Georgia, con el propósito de acabar con la vida de su mujer, le propinó golpes de manera indiscriminada y por todo su cuerpo, sin que la misma tuviera más posibilidad de defensa y reacción que gritar, ante lo que su marido seguía golpeándola.
Los vecinos avisaron a la Guardia Civil
Los vecinos del inmueble, asustados por la secuencia de golpes, chillidos y silencios sobrevenidos, reclamaron la presencia de la Guardia Civil que se personó en la vivienda y tuvo que esperar diez minutos para que le abriera. Durante esos minutos, la mujer aprovechó para -atemorizada- maquillarse de forma que pudiera ocultar los menoscabos físicos padecidos en su rostro.
No obstante, los agentes procedieron a detener al procesado ante la evidencia de los daños en la víctima, que en un primer momento rechazó toda asistencia médica así como el traslado a un centro hospitalario, pero al día siguiente tuvo que ser ingresada y operada de urgencia, para después pasar tres días ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos en estado muy grave.
La víctima sufrió, como consecuencia de los continuados golpes, traumatismo craneal, facial y abdominal, así como fractura de vértebras y múltiples hematomas en el cuello, extremidades y en la región lumbar.
Reclamado por Bélgica
Por todo ello, el fiscal le considera autor de un delito de homicidio en grado de tentativa, con las agravantes de género y parentesco, y pide, además de cárcel, la prohibición de que el acusado pueda acercarse a la víctima a una distancia de 500 metros ni comunicarse con ella por cualquier medio durante 12 años.
El procesado, que fue detenido en la madrugada del 4 de abril de 2017 y se encuentra en prisión provisional comunicada y sin fianza desde esa fecha, será entregado a las autoridades judiciales de Bélgica una vez cumplida la pena que le sea impuesta por una orden europea de detención y entrega que pesa sobre él.