Las Cortes regionales han rechazado, con los votos en contra de PSOE y Podemos, la propuesta de resolución del PP que pedía mantener las zonas salud aprobadas por órdenes anteriores a la del 27 de diciembre de 2018, que determina el mapa sanitario de Castilla-La Mancha y la divide en ocho áreas de salud.
El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, que ha cerrado el debate general presentado al respecto por el grupo popular, ha asegurado en su intervención que el mapa sanitario es “una foto de la distribución territorial de los recursos” y ha puesto de manifiesto el compromiso del Gobierno regional de revisarlo cada dos años.
Ha dicho que la Orden 201/2018, de 27 de diciembre, de la Consejería de Sanidad por la que se determina el mapa sanitario de Castilla-La Mancha “mantiene intacta la atención sanitaria”, de manera que no repercute en los servicios que se presta a los ciudadanos desde los centros de salud, que responden “perfectamente” a la población.
Fernández Sanz también ha recordado que la anterior Orden es de 1996 y que, desde entonces, se han llevado a cabo varias modificaciones, por lo que, con esta nueva, se persigue crear “un documento único” y aglutinar en un solo texto las modificaciones realizadas a lo largo de estos años.
El consejero ha recriminado al PP que en sus cuatro años de gobierno en la región no considerara actualizar ni modificar el mapa sanitario ni crear nuevas zonas básicas de salud y ha añadido que esta Orden va a ayudar a la ciudadanía “a comprender la estructura y la organización del sistema sanitario”.
Ha agregado que no va a suponer “ningún recorte”, ya que no va a cerrarse ninguna estructura, y ha insistido en que divide a la región en ocho áreas de salud y en que “mantiene todas las zonas funcionantes, partiendo de una foto real”.
“Recortes”
También ha señalado que el mapa sanitario no se hace solo en base al número de habitantes, sino que también se tienen en cuenta otros criterios, como motivos geográficos o demográficos, pero “no depende del color político” de los municipios, como ha asegurado el PP.
Sin embargo, el parlamentario del grupo popular Carlos Velázquez ha subrayado que este mapa sanitario es “la constatación de los recortes del PSOE y Podemos en atención primaria” y ha afirmado que elimina la posibilidad construir centros de salud en municipios en los que ya estaban aprobados y con proyectos en fase de redacción.
Ha recordado que el PP no eliminó ni una sola zona básica de salud aprobada con anterioridad y ha acusado al Gobierno regional de “sectarismo” pues, a su juicio, la única diferencia para mantener, por ejemplo, la zona de salud de Cobisa y eliminar la del barrio de ‘El Quiñon’ en Seseña (Toledo) es que en el primer caso gobierna el PSOE y en el segundo, el PP.
Por contra, la diputada del PSOE Ana Isabel Abengózar ha reiterado que este mapa se ajusta “a la realidad de la región” y plasma en un solo documento las 13 modificaciones que se han llevado a cabo desde la anterior Orden de 1996.
Igualmente, ha señalado que no recorta, sino que elimina zonas básicas “no funcionantes”, es decir, aquellas que nunca existieron porque “tan solo estuvieron plasmadas en un papel”.
Además, la presidenta del grupo Podemos en las Cortes, María Díaz, ha considerado que este mapa supone “una reordenación funcional” del sistema para llegar a todos los ciudadanos de la región y ha remarcado que no permite recortes y que “suena a chiste” que, precisamente, sean los ‘populares’ los que hablen de recortes en la sanidad pública.
La propuesta de resolución del PP pedía mantener todas las zonas de salud aprobadas por órdenes anteriores a la de 2018, así como contestar a las alegaciones presentadas por los municipios afectados.
