Mientras el verano da sus últimas bocanadas de muerte antes de que cristalice el otoño en lo que a temperaturas se refiere, aquí, en esta Talavera de nuestros pecados, se espera con cierta expectación que el nuevo gobierno municipal saque del socavón a una ciudad que ha perdido casi todo menos su dignidad. La población mira con esperanza a su alcaldesa Tita García y a ese ilusionante gabinete que dirige para ver qué primeros pasos da.
Y Tita, con su mirada profunda y con su leal equipo, se ha puesto a ello. En este periódico se ha venido contado los obstáculos que se ha encontrado la alcaldesa a llegar a su despacho de la plaza del Pan, el parcheo que está llevando a efecto -porque no le queda más remedio- y las primera medidas que están adoptando. Hay que esperar a que se apruebe el primer presupuesto que confeccionen los socialistas en su retorno para comprobar en qué dirección irá la acción de gobierno de aquellos que están llamados, en esta hora de la verdad, para que Talavera progrese o se estanque para siempre.
Después de la inanición del anterior Gobierno, cualquier cosilla que se haga será un triunfo; pero Tita García sabe que ella, su partido y la ciudad están ante una situación clave para despegar y el ingenio, y las ayudas de las administraciones, son claves y más necesarios que nunca. Decisiones se están tomando ya, y algunas de calado, como la recuperación de Talavera Ferial, que se ha iniciado con la organización de la feria comercial más importante de la región en nuestro suelo y la llegada de Farcama Primavera.
Todo hace indicar que la senda que inició el gabinete Rivas para hacer realidad el sueño de la Ciudad de Cerámica, y que fue paralizada por los populares, tendrá su continuidad para que Talavera sea conocida también porque estos eventos proliferen y den realce a la urbe, además de convertirse en un empuje económico.
Conseguir la llegada de empresas, potenciar el polígono de Torrehierro –ahora que de verdad se ha cambiado el uso-, conseguir otra forma de inversiones y, sobre todo, plasmar una idea de ciudad son los retos marcados por el gabinete Tita sin olvidar la atención a los barrios, Eatims y vecinos. Trabajo tiene la alcaldesa y su equipo, pero ella sabe que esto es lo que demandaron sus votantes.
Hay que saber también que ideas aportarán los colectivos sociales, pues se espera poco de la oposición; aunque Vox –con alguna que otra excentricidad- parece puede hacer algunos planteamientos, pero Cs está inmerso en una guerra interna dentro del partido que puede distraer su trabajo municipal. Es más, hasta su portavoz puede verse muy pronto atada por los designios del aparato naranja.
En cuanto al PP, sencillamente está decepcionando. Su portavoz, Santiago Serrano, parece que juega más a la política nacional y regional que a la local, aunque después de las elecciones generales se espera que se centre un poco y no se cierne únicamente a desglosar algunos apuntes de lo que puso o quería poner en escena el Gobierno al que perteneció. No obstante, Serrano también estará ocupado en que no le muevan la silla dentro de su formación política.
¿Y qué queda de aquellos que estaban a la izquierda del PSOE? Parecía que iban a tener más protagonismo a través de ciertos colectivos, pero aún no han sido capaz de sobreponerse al olvido que siempre trae la derrota electoral y no contar con representación municipal. Pero parece que algunos ya han encontrado un tren que les saque de esta oscura estación. Así, parece que Sonsoles Arnao puede integrar Más País Castilla-La Mancha junto, entre otros, el toledano Javier Mateo. Los fundadores de Ganemos en la provincia están más cerca de Errejón que de Iglesias y muy de lejos de IU.