La consejera portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández, ha dicho que más de 500 test de COVID-19 se hacen a diario en las residencias de mayores de Castilla-La Mancha, en las que hasta el momento han fallecido 621 personas por coronavirus, de las cerca de 30.000 que viven en residencias.
Ha destacado que en la región se han realizado en total hasta este martes más de 44.000 test de coronavirus, de los que entre el 35 y el 40 % da positivo, lo que da la cifra de 14.680 casos positivos en la región.
Ha valorado que es un número alto pues supone una tasa de 22.000 test por millón de habitantes y ha destacado la importancia de esta medida que ayuda a proteger la salud de las personas.
También ha resaltado el dato de casi 3.000 curados y que, aunque el pico de la pandemia tuvo lugar del 26 de marzo al 1 de abril, todavía “no hay que relajarse” y seguir con las medidas de quedarse en casa, la distancia social y las medidas higiénico-sanitarias.
Intervenciones
Respecto a la intervención de residencias privadas por parte de la Junta, ha recordado que se ha hecho en dos, la “Elder” de Tomelloso (Ciudad Real), por la “nefasta” gestión de la dirección que provocó consecuencias “muy duras” y contra la que la Junta ejercerá acciones legales; y la de Villamayor de Santiago (Cuenca), donde las condiciones eran “muy poco aceptables” y los mayores fueron trasladados a otras residencias.
El plan para residencias de la Junta, según ha explicado Fernández, establece que equipos médicos y de enfermería analizan a diario la situación en las residencias, de manera que los pacientes leves son atendidos en los centros y los graves son trasladados a los hospitales, y como ejemplo, ha dicho que este miércoles hay doce equipos médicos y de enfermería solo en la provincia de Toledo.
Asimismo, desde la bolsa de trabajo de la Consejería de Bienestar Social se presta apoyo logístico a las residencias privadas que necesitan personal.