La consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, ha recordado que el curso escolar termina en junio, a pesar de la propuesta de la portavoz de Ciudadanos en Castilla-La Mancha, Carmen Picazo, de prolongarlo hasta julio, mes en el que tanto docentes como alumnos “tienen que descansar”, ha indicado la consejera, a la vez que ha destacado que han hecho “un ejercicio enorme de adaptación” y que su trabajo tiene que verse reflejado en un descanso para abordar el siguiente curso.
Un curso que, como ha remarcado, será “excepcional y diferente”, como también lo está siendo el actual, y en el que, como ha explicado, habrá que intensificar los procesos de refuerzo y “nivelar los desajustes en el nivel de aprendizaje que se hayan podido producir”.
Respecto a la brecha digital, ha hecho hincapié en que la Junta ha hecho “un despliegue monumental” de recursos materiales y humanos, ya que han sido muchos los voluntarios que se han ofrecido para distribuir los 1.500 dispositivos, 4.000 tabletas, 400 tarjetas y otros tantos rúters que desde este miércoles se están repartiendo a los alumnos.
Los suspensos y la EvAU
Y a preguntas de los periodistas sobre los estudiantes de Bachillerato con algún suspenso de cara a la EvAU, Rodríguez ha respondido que “el principio de flexibilidad tiene que marcar los conceptos de evaluación hoy más que nunca”.
En este contexto, ha abogado por la evaluación continua del primer y segundo trimestre y ha considerado que “en ningún caso un alumno puede verse disminuido en su calificación por lo que acontezca en el tercer trimestre”, sino que “hay que evaluarlo por su esfuerzo y trabajo, lo que no quiere decir vayamos a aprobar a todos”.