La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, ha expresado este lunes públicamente su “apoyo incondicional” a la Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido (ADACE) con motivo de la celebración del Día Nacional del Daño Cerebral que tiene lugar cada 26 de octubre.
La primera edil ha dado lectura al manifiesto de la Federación Española del Daño Cerebral (FEDACE), que este año cumple su 25 aniversario, y que ha acogido en un acto sencillo la Plaza del Ayuntamiento con presencia de la presidenta de ADACE CLM, Ana Cabellos, y numerosos miembros del Gobierno local, así como profesionales del centro de la asociación en Toledo que atiende a 115 personas y a sus familias.
Y es que “una persona con daño cerebral, es una familia con daño cerebral”, tal y como han planteado a través del manifiesto. Asimismo, la organización ha incidido en el fuerte impacto de la pandemia que ha motivado que durante los meses en los que se mantuvo el estado de alarma, “las 46 entidades que forman el movimiento asociativo de daño cerebral en España paralizaran la atención presencial”.
“Un paso atrás”, tal y como lo entienden los profesionales y familiares en el proceso de rehabilitación de estos pacientes que se tradujo en una merma del rendimiento físico, cognitivo o del lenguaje, también de su estado emocional.
Retomada la actividad
Con la denominada “nueva normalidad” la actividad prestada ha vuelto a retomarse en los centros pero los nuevos contagios y la segunda ola de la pandemia requiere de más apoyos por parte de las administraciones, tal y como han expresado este lunes.
Entre sus demandas, han destacado el impulso de una Estrategia Nacional de Atención al Daño Cerebral, y en Castilla-La Mancha una de carácter regional, que garanticen la máxima calidad de vida posible a cada persona con Daño Cerebral. Además, piden que se cree la categoría diagnóstica “Daño Cerebral”, aplicable en el momento del alta hospitalaria, que se elabore un censo de personas con Daño Cerebral para así dimensionar los recursos necesarios para garantizar la calidad de vida e inclusión social de este colectivo.
También, que se incluya a la familia como parte beneficiaria del proceso de atención, y no sólo como parte colaboradora; con el objetivo de que ésta también reciba la información, formación y apoyo psicológico que se precisa durante todo el proceso y que en los planes de atención sociales y sanitarios se contemplen las necesidades específicas de las personas con Daño Cerebral con mayor vulnerabilidad, como son las personas con daño cerebral severo, los menores con Daño Cerebral y las personas con alteraciones graves de la conducta; así como de sus familias.
Finalmente, han incidido en la necesidad de visibilizar el colectivo y sus necesidades ya que, tal y como reivindican, “una vida salvada merece ser vivida, sigamos construyendo dignidad”.